Aunque parezcan una molesta plaga, los mosquitos hacen más que picarnos en las noches. Este solo es el modo de supervivencia de las hembras para desarrollar sus huevos y dotarlos de una fuente externa de proteínas.
Al ser una de las especies más abundantes del planeta, los también llamados “zancudos” son, junto a las abejas y murciélagos, los grandes polinizadores del planeta. Los mosquitos machos se alimentan del néctar de las flores favoreciendo su reproducción y supervivencia en todo tipo de entornos naturales.
Se estima que existen 3500 especies de mosquitos, siendo solo unos 200 los que pican a los humanos. Su gran afluencia los ha convertido en el alimento principal de muchos tipos de aves y mamíferos como el murciélago. Por lo que resultan un fuerte eslabón en la cadena alimenticia.
Si este par de razones no fueran suficientes, EcologíaVerde testifica que no solo ayudan a mantener un equilibro alimentario en la naturaleza, sino que también lo hacen siendo vectores de algunas enfermedades infecciosas a través de sus picaduras, lo que ayuda a equilibrar las poblaciones de especies de animales mayoritarias; similar al papel que tienen los depredadores.
Ante la información anterior, es probable que el resentimiento disminuyera en cierta medida, pero para dejar el ánimo más tranquilo pensemos en la posibilidad de ahuyentarlos sin que estos mueran.
El repelente de mosquitos es la opción más cómoda para todos; sin embargo, existen otros consejos como usar ropa de color claro, tener un mosquitero sobre la cama por la noche, evitar acumulaciones de agua o charcos en el interior de la casa, así como asegurarse de que las puertas y ventanas estén bien cerradas antes del atardecer, su hora ideal para ingresar.
Nota publicada en El Sol de Tlaxcala