Chihuahua tiene un patrimonio histórico rico, que resalta en todo el país, las huellas de nuestros antepasados ayudan a expertos y a no tan expertos a conocer vivían cómo las culturas que habitaron esta zona del norte de México.
Uno de los ejemplos más representativos de esto es la llamada Cueva de la Olla, el cual según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es el vestigio arqueológico más antiguo de Aridoamérica y de todo México.
Esta es una cueva ubicada en el municipio de Casas Grandes al noroeste del estado de Chihuahua, cerca de lo que ahora se conoce como Paquimé, es una zona llena de atractivos tanto naturales como históricos.
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En esta zona habitaron humanos que usaban como alimento un ancestro de lo que hoy conocemos como maíz, por los 5,500 años a.C, el grupo de habitantes debió estar formado por lo menos por 30 individuos.
Estas personas se organizaron para trabajar en las áreas más planas de las cercanías propias para el cultivo. Se piensa que además mantuvieron una organización férrea que les permitió establecer aldeas cercanas.
En el lugar se encontraron vestigios de la cultura Mogollón, restos de cerámica de tipo sencillo y otros de tipo santuario, aunque menos, son propios de la cultura de Paquimé.
En la zona se encontraron cinco pulidores, tres de Sílex y el resto de Basalto, y Dacita, además había un pendiente y cuentas discoidales, una mano de mortero, Mano de metate, una lasca primaria, una hacha de mano y un cuchillo, esto según la página del INAH (https://lugares.inah.gob.mx/es/).
Si quieres ver estos vestigios da clic aquí.
Aunque estos artículos son relevantes, no suelen ser lo que más resalta de la cueva, pues lleva su nombre por una construcción que en efecto pareciera tener forma de olla este compilado de obras se les llama “El Granero”.
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Estas están hechas con con hierba seca enrollada sobre la cual los constructores originales aplicaron una capa de barro compactado y aunque está bastante duro, básicamente se trata del mismo material que se empleó en las otras construcciones.
Su color es muy claro seguramente debido a la presencia de carbonatos que se depositaron en la superficie debido a la humedad del ambiente y el agua proveniente de las mazorcas que se almacenaban regularmente en el interior. El silo mide aproximadamente 3.5 m.
¡Puedes aprender de ella visitandola!
Es increíble saber que existen este tipo de lugares, pero es aún mejor conocerlos en persona, y la fortuna de turistas y locales la zona de la Cueva de la Olla puede ser visitada, y es completamente gratis.
Se encuentra a 70 kilómetros de la ciudad de Casas Grandes, para llegar debes conducir desde esta población hasta la zona llamada Mesa del Huracán por cerca de 60 km, para tomar una desviación de terracería y hasta un rancho llamado Casa Blanca para después llegar.
Además no sólo puedes ver esta cueva pues la misma forma parte de un conjunto que se llama el Valle de las Cuevas, al interior de un abrigo natural, pero que sin duda vale la pena transitar.
Cerca está la Cueva de la Golondrina, la Cascada Manantial y el Cañón del Diablo. Sin olvidar que si pasas por Casas Grandes es obligatorio visitar Paquimé, una ciudad prehispánica que se conserva casi entera.