El Lago Colina es uno de los destinos más atractivos del estado de Chihuahua, conocido por su impresionante belleza natural y sus múltiples actividades recreativas. Ubicado a unos 190 kilómetros al noroeste de Parral, este lago es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y quienes buscan un escape del bullicio de la ciudad.
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La ruta que lleva de Parral a Lago Colina en Camargo es un recorrido lleno de paisajes diversos y una rica historia cultural. Este trayecto, que abarca aproximadamente 190 kilómetros, ofrece a los viajeros la oportunidad de explorar una de las regiones más emblemáticas del norte de México.
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El viaje comienza en Parral, esta ciudad es famosa por su historia minera y por ser el lugar donde el famoso revolucionario Pancho Villa fue asesinado.
Al salir de Parral, la ruta sigue hacia la Carretera Federal 45. Los primeros kilómetros del trayecto muestran la grandeza del desierto chihuahuense.
El paisaje que regala el desierto de Chihuahua durante el trayecto
A medida que avanzas por la carretera, el paisaje se transforma gradualmente en un vasto desierto. Este tramo de la ruta es ideal para apreciar la flora y fauna de la región, con su característico cactus y arbustos resistentes que desafían las duras condiciones climáticas de la zona. Los cielos abiertos y despejados ofrecen una sensación de libertad y espacio que es única del norte de México.
A lo largo del camino, es común encontrar pequeños pueblos y comunidades que ofrecen un vistazo a la vida rural en Chihuahua. Estas paradas no solo permiten a los viajeros descansar y reabastecerse, sino que también ofrecen la oportunidad de interactuar con los locales y aprender sobre sus costumbres y tradiciones.
La gastronomía regional, que incluye platillos como el chile con carne y las tradicionales tortillas de harina, es una experiencia culinaria que no se debe pasar por alto.
Ruta de Jiménez a Camargo
El siguiente punto destacado en el trayecto es la ciudad de Jiménez, una parada obligatoria en el camino. Este sitio tiene un gran significado histórico y cultural, con sus antiguas edificaciones coloniales y su hospitalidad chihuahuense.
Jiménez es un lugar ideal para detenerse y explorar un poco más, ofreciendo un buen equilibrio entre modernidad y tradición. Los viajeros pueden disfrutar de un paseo por el centro histórico, donde el ambiente es acogedor y relajante.
Al dejar atrás Jiménez, la ruta continúa hacia el este en dirección a Camargo. Esta parte del viaje es conocida por sus extensas áreas de cultivo y ganadería, que son una parte esencial de la economía de la región.
El paisaje aquí cambia nuevamente, mostrando campos verdes y fértiles que contrastan con el árido desierto anterior. La carretera sigue siendo accesible y directa, permitiendo a los viajeros disfrutar del paisaje sin complicaciones.
¿Cómo llegar a Lago Colina?
Una vez en Camargo, se toma la carretera hacia el Lago Colina, un desvío que lleva aproximadamente 30 minutos. Lago Colina es un embalse artificial que se ha convertido en un destino popular para el turismo ecológico y las actividades al aire libre. El camino hacia el lago es pintoresco y serpenteante, bordeado de pequeños cuerpos de agua que anuncian la proximidad al destino final.
Al llegar a Lago Colina, los viajeros son recibidos por una vista impresionante del agua azul brillante, rodeada de montañas y vegetación. Este lago es perfecto para practicar actividades como la pesca, el kayak y la natación.
También es un lugar ideal para acampar y disfrutar de la tranquilidad que ofrece la naturaleza. Lago Colina es un oasis de paz y un excelente lugar para relajarse después de un día de viaje.
La ruta de Parral a Lago Colina es mucho más que un simple trayecto de un punto a otro; es una exploración de la belleza y diversidad del estado de Chihuahua. Para aquellos que buscan aventura, cultura y naturaleza, este viaje es una oportunidad perfecta para descubrir todo lo que el norte de México tiene para ofrecer.
¡Un viaje por carretera que es tan enriquecedor como el destino mismo!