Si tienes un vehículo una de las principales cosas que debes tener en cuenta es que debes mantenerlo en óptimas condiciones para prevenir accidentes a la hora de viajar, revisar el motor, afinar el auto y tener las llantas en buenas condiciones son algunas de las responsabilidades al conducir un vehículo. Mantener las llantas de un vehículo con la presión de aire adecuada es indispensable para garantizar la seguridad al conducir. Un neumático con la cantidad adecuada de aire no solo prolonga la vida útil del mismo, sino que también mejora el rendimiento del vehículo, el consumo de combustible y, lo más importante, la seguridad en la carretera.
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¿Qué pasa si las llantas no cuentan con la presión adecuada?
Manejar con llantas que tienen una presión inferior a la recomendada puede ser muy peligroso. Cuando las llantas están desinfladas, aumenta el área de contacto con la carretera, generando mayor fricción, y ésta, además de reducir la eficiencia del combustible, también provoca un sobrecalentamiento del neumático, aumentando el riesgo de reventones, especialmente si se conduce a altas velocidades.
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Por otro lado, las llantas sobreinfladas también presentan riesgos. Cuando una llanta tiene demasiada presión, la superficie de contacto con la carretera se reduce, lo que disminuye la tracción y puede hacer que el vehículo sea más propenso a deslizarse en condiciones resbaladizas. Además, las llantas sobreinfladas son más susceptibles a daños por objetos en la carretera, como baches o piedras.
¿Cuál es la presión adecuada que deben tener las llantas de un vehículo?
La presión de aire recomendada para las llantas de un vehículo varía según el fabricante, el modelo del automóvil y el tipo de llanta. Generalmente, la presión adecuada se encuentra entre 30 y 35 psi (libras por pulgada cuadrada). Pero debes consultar el manual del propietario o la etiqueta ubicada en el marco de la puerta del conductor para obtener la especificación exacta.
Debes revisar la presión de aire en las llantas al menos una vez al mes, y siempre antes de realizar viajes largos, recuerda que las variaciones de temperatura, especialmente en invierno y verano pueden afectar la presión de las llantas, por lo que es indispensable mantenerte al tanto de cómo se encuentran las llantas de tu vehículo durante estos períodos.
¿Cómo se mide la presión de las llantas?
Para medir la presión de las llantas, se debe utilizar un medidor de presión de buena calidad. Actualmente existen opciones digitales que son muy precisas y fáciles de usar. Sólo debes retirar la tapa de la válvula de la llanta, colocar el medidor y leer la presión. Si la presión está por debajo del nivel recomendado, es necesario inflar la llanta con un compresor de aire; si está por encima, es necesario liberar un poco de aire hasta alcanzar el nivel adecuado.
Otro aspecto que debes considerar es el desgaste desigual de las llantas, que puede ser un indicador de problemas con la alineación o balanceo del vehículo. Unas llantas mal alineadas o desbalanceadas desgastan el neumático de manera irregular y también pueden afectar la conducción y seguridad al viajar.
No te olvides que la presión de aire adecuada no solo abarca la vigilancia de las llantas principales, sino también a la llanta de repuesto. Muchos conductores olvidan revisar la presión de la llanta de repuesto, lo que puede representar un problema si se necesita en una emergencia.
Aunque mantener un vehículo en óptimas condiciones puede parecer difícil, lo cierto es que la constancia y disciplina en este aspecto te permitirá viajar seguro y evitar grandes gastos por una avería por falta de mantenimiento, vigilar las condiciones de las llantas es muy sencillo y te permitirá sacar el máximo rendimiento de tu auto sin poner en riesgo tu integridad, ¡así que no lo olvides, revisa la presión de tus llantas regularmente y conduce seguro!