En el corazón del centro de Parral, entre callejones y muros, se encuentran aún vestigios de lo que un día fue la Casa de Kitty Hynnes, lugar que en su tiempo fue mudo testigo de historias que han trascendido el espacio-tiempo al difundirse de boca en boca. Esta antigua morada, fue famosa en su momento por ser un prostíbulo de lujo dirigido en aquel entonces por la francesa Kitty Hynnes, es ahora un acumulado de viejas historias que quedaron atrapadas entre los muros que han resistido el paso del tiempo.
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¿Qué se cuenta de la Casa de Kitty Hynnes?
Sobre la calle Melchor Ocampo, entre lo que hoy se conoce el "Barrio del El Rayo", y el "Barrio de los Damnificados", se encuentra esta finca.
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Pues bien, este lugar hace más de 100 años, fue el recinto a donde llegaron incontables jóvenes traídas a Parral con el fin de trabajar como sexoservidoras.
Entre lo que se comenta, se dice que las chicas eran traídas por la misma Kitty desde Francia, pero poco le duraba la inversión, pues al poco tiempo los hombres, atraídos por la belleza de las jóvenes terminaban enamorándose de ellas y desposándolas.
Al parecer esto no resultaba un buen negocio para Kitty, quien, junto con la nueva novia, perdía una trabajadora y la inversión que hacía para traerla desde tan lejos, por lo que debía conseguir constantemente mujeres para su "negocio".
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Otros relatos sobre la Casa Hynnes
Existe un libro, de la autoría de la señora Velia Gutiérrez, llamado "En garras del destino" que narra un poco sobre la historia de esta vieja casona y el giro comercial al que se dedicaba.
El libro, de una narrativa fuerte y delicada, que incluso puede llegar a herir susceptibilidades, cuenta la historia de una niña que fue vendida desde pequeña a Kitty Hynnes, la dueña de la casona, y que al principio había sido asignada a la limpieza del lugar, hasta que, ya siendo una señorita fue iniciada en el "oficio más antiguo del mundo".
Mucho se ha especulado sobre de que entre los muros de esta propiedad hay "algo" que espanta, algunos aseguran que durante las noches se puede escuchar claramente el llanto de niños y que, cuanto más se vayan acercando los curiosos se van para husmear ese llanto va disminuyendo, dejando a más de uno con la sangre helada, del susto.
Existen otros relatos, que rumorean que las jóvenes al estar con hombres sumamente borrachos los despojaban de su dinero y objetos de valor para luego enterrarlos en la propiedad, (hasta el momento nada confirmado).
Lo cierto es que esta finca sobrevive al paso del tiempo evocando recuerdos de lo que un día fue a través de historias que van de boca en boca, sobre la vida de aquellas mujeres que protagonizan lo relatos de la Casa Hynnes.
La Casa de Kitty Hynnes permanece como un testigo mudo de historias que quedan en el tiempo. Sus paredes, ahora en silencio, guardan secretos que nunca podrán ser revelados.
¿Te animarías a pasar una noche en este lugar?