Bolsón de Mapimí: ¿Qué estados abarca esta zona desértica?

El Bolsón de Mapimí es una reserva ecológica protegida en el desierto, con una extensión de 400 kilómetros y Chihuahua es uno de los estados que abarca

Jaime Martínez | El Sol de Parral

  · lunes 10 de julio de 2023

El Bolsón de Mapimí es una reserva ecológica protegida que comprende los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila. Foto: Cortesía | Alán Muñoz

El Bolsón de Mapimí, con una extensión de más de 400 kilómetros, es una reserva ecológica protegida, un desierto que abarca los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila, desde el punto de vista histórico y cultural tiene como principales atractivos fósiles, pinturas rupestres de culturas indígenas, círculos de piedra de función desconocida, sitios de tallado de puntas de flecha, ruinas de antiguas haciendas y la famosa “Zona del Silencio”.

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La más importante reserva ecológica del desierto chihuahuense es precisamente la perteneciente al Bolsón de Mapimí y se encuentra completamente en el municipio de Jiménez, uno de los 67 municipios del estado de Chihuahua y el tercero más extenso de la entidad.

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Para los chihuahuenses conocer el Bolsón de Mapimí, es obligado primeramente viajar a la Ciudad de Jiménez y tomar la Carretera Federal 49 hasta llegar a los límites del estado, que es la comunidad de Escalón, de donde se desprenden rutas que llevan a lo más profundo de la reserva, así como también a la famosa “Zona del Silencio”.

Jiménez limita con los municipios de Camargo, Allende, López y Coronado en el estado de Chihuahua, así como con el municipio de Sierra Mojada en Coahuila y los municipios de Mapimí y Tlahualilo en Durango y es así como el Bolsón de Mapimí comprende a los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila.

Dentro del Bolsón de Mapimí existe otra área, que es conocida como la Reserva de la Biosfera de Mapimí, y que delimita con el desierto de Chihuahua.

En El Bolson de Mapimí se han identificado un total de 403 especies de plantas, de las cuales destacan las cactáceas. Foto: Archivo | El Sol de Parral


La característica geográfica de la región es desértica, en donde se pueden encontrar llanuras, valles y cadenas montañosas, que van de una altura desde los mil metros, hasta los dos mil metros sobre el nivel del mar.

El Bolsón de Mapimí es cuna de fósiles, aguas termales, civilizaciones del pasado y dueño de atardeceres y noches increíbles, con clima muy extremo en las dos estaciones predominantes del año, en tiempo de calor las temperaturas se registran arriba de los 40 grados centígrados y en el invierno por debajo de los menos cinco grados.

Se prevé que la precipitación anual es de 264 mm de lluvia, como máxima de 512 mm y como mínima de 80 mm, tomando en cuenta que a consecuencia del clima desértico la evaporación anual es de 2 mil 504 mm.

De acuerdo con información del Programa de Conservación y Manejo de la Reserva de la Biosfera de Mapimí, dentro del Bolsón se han identificado un total de 403 especies de plantas, de las cuales destacan las cactáceas, así como la identificación de 71 familias con 242 géneros y 403 especies de las cuales 31 son endémicas del desierto chihuahuense, esto quiere decir que en ninguna otra parte del mundo existen, solo en el área donde fueron identificadas.

Por su parte también existe la fauna y los animales más típicos y con mayor avistamiento dentro del Bolsón son las ardillas, conejos, ratas del desierto, serpientes de cascabel, águilas, oso negro, coyote, gato montés y puma, esta última especie muy común en los cerros que se encuentran ubicados a una hora de la cabecera municipal de Jiménez.

El ecosistema es bastante diverso, ya que se pueden encontrar distintos puntos con aguas termales, minerales y fósiles, paisajes únicos y el vestigio de las antiguas civilizaciones.

Además, es un lugar con potencial para fomentar el ecoturismo, como un viaje responsable a áreas naturales, ya que sus muchos atractivos lo hacen un lugar idóneo para los amantes de adrenalina, aventura, senderismo y sobre todo por las personas que les gusta estar en contacto con el medio ambiente.

Conocer la riqueza del Bolsón de Mapimí, es conocer uno de los ecosistemas más ricos y diversos de México. Foto: Cortesía | Joel Montañez Sosa

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Es de mencionar que, a dos horas de la cabecera municipal de Jiménez, en las áreas limítrofes con los estados de Coahuila y Durango, se ubica el poblado de Estadio Carrillo, también conocido como el Ejido de Palomas, en donde se encuentra una cosechadora de sal y es que cuenta la historia que hace cien millones de años, el Bolsón de Mapimí estuvo cubierto por un mar, de nombre Mar Interno de Norteamérica, motivo por el cual es posible su cosecha, por los depósitos de sales que existen en el subsuelo.

Conocer la riqueza del Bolsón de Mapimí, es conocer uno de los ecosistemas más ricos y diversos de México, en donde se pueden hacer miles de excursiones, siempre y cuando respetando no destruir el ecosistema y alterar el entorno, para poder contribuir así con la conservación de esta área natural protegida, de la cual Chihuahua forma parte.

Para visitar el Bolsón de Mapimí se hacen ciertas recomendaciones, entre las que se encuentran avisar de su estancia en la reserva de la biosfera o en la Zona del Silencio a los teléfonos (871) 7150204 o 7148010; evitar el contacto directo con la fauna; no capturar animales silvestres, porque esto es un delito; no dejar basura, ya que además de afectar el paisaje daña la flora y la fauna; además de mantenerse en los caminos establecidos.

Un poco de historia del Bolsón de Mapimí

Mucho antes de la llegada de los españoles, el Bolsón de Mapimí fue habitado por tribus de indígenas de tradición aridoamericana. En torno a las lagunas que existieron alguna vez en la zona.

Siglos más adelante, vivieron algunas tribus entre las que hay que citar a Tobosos, Nazas y Mapemes, grupos de los que entre lo poco que se sabe de ellos, se recuerdan algunas rebeliones contra el dominio español.

Estos grupos, junto con otros que habitaron las llanuras del norte de México, son conocidos con el difuso nombre de Chichimecas, etnónimo náhuatl que significa “los salvajes”.

Mucho antes de la llegada de los españoles, el Bolsón de Mapimí fue habitado por tribus de indígenas de tradición aridoamericana. Foto: Archivo | El Sol de Parral


Hace muchos años, albergó pequeñas lagunas que recibían las aguas de algunos arroyuelos superficiales y veneros subterráneos, como las lagunas de Viesa y Mayrán, mismas que desaparecieron por la sequedad del ambiente.

En la actualidad, otros cuerpos de agua se forman en temporada de lluvias, cuando los cauces superficiales conducen el agua de las lluvias escasas que caen en el lugar. Entre estos cuerpos están la laguna de Las Palomas, localizada en el vértice sudeste del estado de Chihuahua y la laguna del Rey.

Porqué el nombre de Bolsón de Mapimí

Fue la ciudad de Mapimí, en el estado de Durango, la que dio el nombre Bolsón de Mapimí.

Ubicada en la Comarca Lagunera, Mapimí es un Pueblo Mágico del estado de Durango y es la cabecera del mismo nombre que proviene del etnónimo Mapeme que significa “piedra en alto o cerro elevado” y en la época prehispánica la región fue habitada por los indígenas Tobosos y Cocoyomes.

En el año del 2010 Mapimí fue inscrita por la UNESCO en el Patrimonio Cultural de la Humanidad y se incorporó al Programa de Pueblos Mágicos en el año 2012. Cuenta con varios lugares a visitar y monumentos históricos y arquitectónicos.

Hoy en día, se han establecido industrias que explotan los recursos naturales de la región, devolviendo a Mapimí el esplendor de épocas pasadas.

El ecosistema es bastante diverso, ya que se pueden encontrar distintos puntos con aguas termales, minerales y fósiles, paisajes únicos y el vestigio de las antiguas civilizaciones. Foto: Archivo | El Sol de Parral

Zona del Silencio

La famosa Zona del Silencio enclavada en El Bolsón de Mapimí, forma parte de uno de los principales atractivos del lugar y es un área localizada en la parte central entre los paralelos 26° y 28° y su nombre proviene del mito urbano de que las ondas de radio no pueden ser transmitidas en el lugar de manera normal.

Todo comenzó durante la década de 1970. En esa época, los pedazos de Athena, un cohete que pertenecía a la NASA, cayeron sobre la región que hoy pertenece a la Reserva de Mapimí sin una explicación aparente. Casi de inmediato, un grupo de especialistas estadounidenses llegó a la zona para recoger los restos del artefacto y acordonar el área. No obstante, se trataba de desechos altamente peligrosos por lo que no dejaron que nadie ajeno a la misión se acercara.

Como resultado de las operaciones de rescate de la Fuerza Aérea Estadounidense, surgieron varios mitos e historias sobre el área, incluyendo “extrañas anomalías magnéticas que impiden la transmisión por radio”, mutaciones de la flora y fauna o visitas extraterrestres.

La toxicidad del peyote es debido a que posee sustancias alcaloides como la mezcalina, que producen alucinaciones. Foto: Gorki Rodríguez | El Sol de Parral

Rápidamente se esparció la noticia que en el norte de México existía un lugar en el que era imposible escuchar cualquier sonido. La gente lo llamó la Zona del Silencio.

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Las especulaciones aumentaron de manera precipitada y pronto las personas quisieron saber más de ella e incluso conocerla, ante el enigma la gente empezó a especular y se decía que era un lugar en el que la radio y los relojes no funcionaban, incluso que era imposible escuchar cualquier sonido y fue así como nació el mito de la Zona del Silencio.