El famoso ferrocarril llamado el PyOjito, inaugurado en el año 1900 a finales del siglo XIX, fue un importante medio que vino a revolucionar el traslado de mercancías y pasajeros, el cual comunicaba a Parral con la sierra de Durango y que tras su desaparición en 1946 pasó a ser parte de la historia para convertirse en una leyenda que hasta nuestros días se mantiene viva con una pequeña locomotora dedicada a realizar recorridos por los principales atractivos turísticos de la ciudad.
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El PyOjito fue propiedad de la empresa Railroad Company de Pithburgh, el cual inició operaciones en 1900 realizando un recorrido de aproximadamente 100 kilómetros de Parral a la terminal de Campo Nuevo en el estado de Durango.
Previo a ser inaugurado, fue a finales de 1890 cuando comenzaron los trabajos para la instalación de las vías e inicialmente el proyecto era que llegaría hasta Guadalupe y Calvo, pero finalmente nunca se concretó, por lo que diez años después y antes de finalizar el siglo XIX inició la experiencia de viajar pasando del estado de Chihuahua a Campo Nuevo, Durango, en un recorrido aproximado de 100 kilómetros.
En ese año de 1900 las oficinas centrales del PyOjito se encontraban frente a la Plaza Juárez, exactamente donde hoy en día se localiza el Instituto Parralense, así como la estación, bodegas y otras oficinas se ubicaban a un costado de donde hoy está la planta principal de la CFE.
Don Santiago Long fue el gerente general, además se desempeñaba como superintendente Mister Ged Titledge y como contador A. L. Dyer, siendo así como inicio operaciones el famoso ferrocarril conocido como el PyOjito.
¿De dónde surgió el nombre de El PyOjito?
La verdadera historia del porque el ferrocarril adoptó el nombre de El PyOjito o Piojito, hasta la fecha no es muy clara y es que, de acuerdo a testimonios de personas de la época, se le llamo Piojito por su tamaño y color negro, ya que, si se comparaba con los trenes que existían en esos tiempos, era mucho más pequeño por ser de vía angosta.
Esta versión pudo ser también porque para esa época existían dos ferrocarriles muy similares en México y que estuvieron en operaciones también a finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX, uno de ellos fue el Piojito, un tren que recorrió de San Luis Potosí a Río Verde de 1898 a 1949 y el otro llamado igualmente el Piojito que recorría de Xalapa a Teocelo en el estado de Veracruz, inaugurado por Porfirio Díaz en 1898 y que estuvo en funciones hasta 1945.
Por su parte, la otra versión del nombre PyOjito, que es como mayormente se le conoce a este tren, es porque transitaba de Parral a Ojito, poblado ubicado en los límites de Chihuahua y Durando. Esto es porque al salir de Parral y en el lugar en donde se empezaba a adentrar a la sierra de Durango era conocido como Ojito y es por eso que producto de esta unión Parral (P) y (Ojito) se llamó PyOjito.
¿Cómo era el PyOjito?
El PyOjito fue un tren de vía angosta y la locomotora funcionaba a base de vapor producido con leña de la corteza de los troncos de los árboles, la cual tiraba a 90 vagones de carga, algunos de plataforma para el transporte de madera, de jaula para el ganado, de caja cerrada para mercancías y góndolas para el metal, así como cinco de pasajeros, también llamados pullman.
Durante esa época el ferrocarril era indispensable y el servicio que brindaba muy útil en comparación de los carruajes, por lo que fue todo un “boom” para el movimiento de mercancías y pasaje en el sur de Chihuahua y el norte de Durango.
¿Cuál era el recorrido que realizaba el PyOjito”
El PyOjito realizaba diariamente un recorrido hasta la sierra de Campo Nuevo, Durango y la salida era a las 6:30 de la mañana, para regresar a Parral a las 19:00 horas, pero tenía varias salidas a Minas Nuevas, población también conocida como Villa Escobedo, ya que brindaba el servicio de transporte a las personas que diariamente acudían a trabajar en esas minas.
Fue así como el ferrocarril cobró una gran importancia acortando distancias en el traslado de pasajeros, de productos y mercancías de la región, ya fuera en costales, bultos y cajas, pero también ganado, madera y minerales, entre otros.
Al partir de Parral, el PyOjito pasaba por lugares como Palmilla, Cabadeña, San Juanito, Minas Nuevas, Rancho Primero, Estación Molina, San José de los Baylón, Boquilla, Casita, Agua Caliente, el “36”, Burro Cañón, Puerto Justo y Cocina, hasta llegar a los límites de Chihuahua y Durango, en el poblado de Ojito.
De Ojito se empezaba a adentrar a la sierra del vecino estado continuando el recorrido por San Martín, Mesa de Sandías, donde por cierto todavía existen las ruinas de una de las dos pilas de donde se surtía de agua, el “76”, el “84” y el “95”, lugar conocido también como Paraje Seco, para finalizar el recorrido cinco kilómetros más adelante en la terminal de Campo Nuevo, completando los 100 kilómetros aproximadamente y de donde emprendía el viaje de regreso a Parral.
Así realizaba el recorrido el PyOjito, aunque para ese entonces y desde el 29 de septiembre de 1898 ya existía en Parral el ferrocarril operado por la compañía del Ferrocarril Central Mexicano y el cual había realizado el primer convoy rumbo a Rosario, Durango, pero su ruta era diferente al pasar por Santa Bárbara.
¿Cuándo terminó sus operaciones el PyOjito?
Este importante medio de transporte para la transformación de Parral y que conectaba el sur de Chihuahua y el norte de Durango, desde el año 1900, terminó sus operaciones 46 años después, el 1 de mayo de 1946 y ya no hubo más viajes, por lo que así el PyOjito pasó a convertirse en leyenda, dejando atrás aquellos tiempos de romería en las instalaciones de las oficinas de la estación y un sin número de anécdotas entre quienes utilizaron este medio de transporte que ahora es parte de nuestra historia.
En la actualidad, el PyOjito es recordado por una pequeña locomotora que transita por la ciudad y tiene como finalidad realizar recorridos para los residentes y visitantes, por sitios históricos como el Museo de Francisco Villa, la Casa Griensen, el Palacio Alvarado y Mina La Prieta, entre otros y a través de los cuales un guía de turistas explica de manera detallada los orígenes de cada uno de estos sitios emblemáticos de la Capital del Mundo.