Definitivamente, la época de la Revolución Mexicana fue un periodo complicado para quienes lo vivieron. Se trata de una era de contrastes económicos y sociales, donde los obreros trabajaban jornadas interminables para poder comprar apenas lo necesario para subsistir.
Recibe las noticias más importantes directo a tu WhatsApp
En medio del Porfiriato, una de las formas de trabajo más comunes era laborar en grandes haciendas. En donde los empleados eran tratados como poco menos que esclavos, ya que muchas veces trabajaban en dichos lugares hasta su muerte, mientras sus dueños se volvían cada vez más ricos.
Fue precisamente al interior de las haciendas donde se implementó el sistema de Tiendas de Raya, un modelo copiado de otros países como Francia y Estados Unidos. Estas, tenían el propósito de distribuir los recursos de los hacendados entre sus obreros, brindándoles todo aquello que necesitaran; desde ropa y calzado, hasta alimentos.
Te puede interesar: ¿Quién fue Dave Rudabaugh? Forajido del viejo oeste asesinado en Parral
¿Cómo operaban las Tiendas de Raya?
Con el fin de recuperar todo el dinero gastado en pagar sueldos a sus empleados, los dueños de las haciendas implementaron las Tiendas de Raya como pequeños establecimientos comerciales donde los obreros podían comprar todo lo necesario para sobrevivir.
No obstante, lejos de ser accesibles, los precios de los productos eran inflados de manera intencional para que los clientes se endeudaran continuamente. Por ello, la situación para aquellos obreros era similar a trabajar sin sueldo alguno, pues toda la paga que recibían, regresaba al patrón por medio de dichas tiendas.
Así mismo, la moneda utilizada para comprar en las Tiendas de Raya, era acuñada dentro de la misma hacienda en que se encontraba, por lo que únicamente se podían gastar en el sitio señalado por el patrón.
Cabe mencionar que, debido a los altos precios, los trabajadores se veían obligados a “sacar fiado”; es decir, adquirían por medio de créditos todos aquellos productos de primera necesidad que les era imposible costear. Como resultado, cada vez debían pedir más y más créditos cubrir sus necesidades, sobra decir que los intereses eran sumamente elevados, por lo que prácticamente quedaban endeudados para toda la vida.
Para colmo, la deuda no terminaba con la muerte, pues debido a las leyes del Porfiriato que protegían a los patrones, al morir el empleado, la deuda pasaba a sus familiares, quienes, al no poder pagarla, terminaban trabajando como sirvientes hasta poder liquidarla. Prácticamente debían comprar su libertad a través de la servidumbre, y si trataban de huir, eran capturados por la policía.
¿Por qué se llamaban Tiendas de Raya?
El nombre de Tiendas de Raya se debe a que en la época que existían, la mayoría de los trabajadores eran analfabetas, no sabían leer ni escribir. Por lo que, al momento de firmar un documento, simplemente ponían una raya donde debería ir su nombre.
Debido a lo anterior, los trabajadores eran comúnmente engañados al momento de cobrar sus salarios o deudas, incapaces de entender lo que estaban firmando.
Inclusive, hasta el día de hoy, muchos trabajadores en México aún utilizan el término “rayar” para referirse al cobro de su salario en alusión a las Tiendas de Raya.
Mira también: ¿Dónde quedó el tesoro de Francisco Villa? El secreto que el General se llevó a la tumba
El fin de las Tiendas de Raya
Cuando finalmente estalló la Revolución Mexicana en 1910, el odio acumulado por los obreros tras años de vivir explotados por sus patrones, se dirigió en contra de las Tiendas de Raya y todos aquellos que la administraban.
Finalmente, en agosto de 1914, Emiliano Zapata anunció que desaparecerían definitivamente las Tiendas de Raya, mientras que un año después, por orden de Venustiano Carranza, se eliminaron completamente en todo el país.