La pelea entre Antonio Rüdiger y Edson Álvarez reflejó perfectamente lo que sucedió en el terreno de juego. Se jugaban los últimos minutos en el Lincoln Finalncial Field, el alemán sonrió burlonamente, pero el Machín se levantó sin miedo a encararlo. Así le jugó México a Alemania, con eso que siempre se le pide al equipo de todos y que dejó orgullosos a aquellos que llegaron al estadio o lo vieron por televisión.
El 2-2 en Philadelphia retornó la imagen más combativa del Tricolor. La pierna se metió fuerte, el descaro estuvo en los pies mexicanos y aunque un error de Jorge Sánchez terminó por darle la igualdad a los europeos, el partido amistoso le dejó buenas señales a un Jaime Lozano que cada día más convence a los aficionados de que es el ideal para liderar el proyecto llamado localía en una Copa del Mundo.
Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
En la ciudad del amor fraternal, México no salió a especular. Los primeros minutos no fueron de estudio, Alemania sacudió a los verdes con disparos de Sané y un cabezazo de Müller que Ochoa sacó heroico en la línea de meta. La presión fue tal que el primero de los teutones cayó en el eterno dolor de cabeza nacional. Gosens peinó a primer palo y Rüdiger apareció solito en el segundo para sacudir la red. Romo perdió la marca absurdamente y todavía se dio el lujo de reclamarle a Montes.
La anotación en contra despertó el ímpetu mexicano. La dupla del terror apareció como contra Ghana. El Chucky y el Brujo hicieron de las suyas mientras los germanos discutían un fuera de lugar marcado cuando ampliaron el marcador. Müller logró vencer a Ochoa, pero Paco Memo fue más vivo y cuando el silbante le dio permiso a mover, sirvió para un Lozano que desbordó por la izquierda. El Muñeco Diabólico puso el balón como con la mano adelantito del punto penalti, la magia de Antuna apareció para anticipar a Rüdiger y dejar sin oportunidad a Ter Stegen.
México siguió valiente. Santi Giménez peleó en el área alemana. Gosens tocó la espalda del Bebote, quien cayó con pirueta incluida, el árbitro no compró la falta y decidió darle continuidad al choque. El descanso arribó a Philadelphia con el empate en el marcador.
Nagelsmann decidió moverle a su equipo. Die Mannschaft no se terminó de acomodar, cuando Antuna mandó una pelota que pareció perdida. El Chiquito Sánchez fue el único que confió en su compañero. Entre las torres alemanas, el volante del Pachuca se tiró de palomita para concretar la voltereta. ¡Gol de México!
La sensación de peligro aumentaba cada que un contragolpe mexicano se gestaba. Lozano tuvo a Antuna en segundo palo, pero prefirió disparar ante un Tah que tapó con maestría. México cedió la pelota por la presión germana. Sané fue habilitado en la entrada del área, la pelota salió elevada, Sánchez quiso cortar, aunque se pasó. Wirtz remató, Ochoa sacó los reflejos que lo caracterizan, con suerte, el recién entrado Füllkrug movió la red por segunda vez para los germanos.
El equipo de todos sacó el orgullo a relucir. Jimmy mandó a Córdova, Huerta, Orbelín y Martín al campo con ilusión, el marcador no se movió más.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Fue todo en Philadelphia, México mostró el rostro que se le exige ante las grandes selecciones, el orgullo mexicano se fue intacto ante los cuatro veces campeones del mundo.
Publicado originalmente en el ESTO