“Salvar la existencia de los libros es conservar la cultura y el conocimiento del hombre”, exclama Carlos Armendáriz García, una de las pocas personas que quedan en el municipio que promociona la lectura; atiende un pequeño negocio en un cuarto reducido a un costado de la vialidad del río, se dedica a la venta, cambio y compra de libros y revistas. Se considera una persona que trata de rescatar los libros y revistas viejas ya que como él indica, también son parte de la historia.
Carlos Armendáriz García es propietario de una tienda de libros y revistas viejas, este local se encuentra ubicado a un costado de la Vialidad del Río junto a la "Plazuelita del mundito" o Muro del Milenio, es considerado como un rincón de tesoros para quienes gustan de la lectura, además no se dedica solo a la venta; también hace “Cambalache” con otros libros, es un mundo fascinante entrar a este espacio, donde se encuentra de todo, tanto jóvenes como adultos mayores acuden a visitarlo.
En este espacio, es posible encontrar miles de volúmenes de fotografías revolucionarias, libros, novelas, diccionarios, enciclopedias, comics y revistas de todo tipo; ya que como él indica, la literatura abarca desde la brujería hasta la ciencia.
La gente puede conseguir en este rincón literario obras y lectura de religión, ciencia, tecnología, historia, biografías, economía, matemáticas, superación, salud, deportes, entretenimiento, artes, gastronomía, biología, química, política, novelas de todos los géneros, por mencionar de algunos temas.
Como Don Carlos menciona, la lectura es un proceso vicioso de placer y de conocimiento, quien adquiere el hábito a la lectura cambia su perspectiva de ver el mundo; además no se compara nada con un libro, ya que no es lo mismo estar leyendo en el celular, pues para empezar, la luz que expiden los aparatos va perjudicando el sentido de la vista. Por otra parte; salvar la existencia de los libros es conservar la cultura y el conocimiento del hombre, se consideró una persona que trata de rescatar los libros y revistas viejos ya que son parte de la historia.
Indicó que ya lleva más de cuatro años dedicado en tiempo completo a este negocio, en el cual se encuentran verdaderos tesoros que la gente ha venido olvidando por la tecnología y por el tiempo, en el interior del local en repisas y estantes se encuentran apilados cientos de ejemplares de todo tipo, lectura propia para niños, jóvenes y adultos mayores, la gente también pueden conseguir lectura popular como las famosas Fotonovelas, así como los comics, muy leídos en los años 80 y 90.