Memorias de Chihuahua
Uno de los conflictos más complejos y dolorosos que ha sufrido México en su historia fue la Intervención estadounidense en nuestro país. En el año de 1847, uno de los congresistas representantes de Chihuahua y de origen parralense, José Agustín de Escudero, mantuvo en aquel tumultuoso año, un pronunciamiento en donde exigía auxilio para repeler la invasión yankee en nuestro estado.
La guerra mexicano-estadunidense fue un conflicto que se generó en el año de 1846 y que concluyó en 1848, en cuyo año México terminó por ceder más de la mitad de su territorio. En el caso de Chihuahua, fue participe de La Batalla de Sacramento, en la cual hubo un fuerte enfrentamiento entre tropas estadounidenses con la caballería, infantería y artillería mexicana.
Si bien, este conflicto afectó la economía, la paz y el territorio de nuestro país. En el Congreso, uno de los diputados que representaba a los chihuahuenses, José Agustín Escudero, tuvo un posicionamiento en favor del estado y prudente en ese momento complejo para el curso político de México. Escudero fue uno de los más loables representantes, según describe uno de sus biógrafos, Francisco Sosa: “Miembro del Congreso en 1847, en aquel año de luctuosos recuerdos para la patria, Escudero fue uno de los más honorables representantes”.
Además, en su texto Sousa sitúa al lector en el contexto de aquella época en la cual: “Tras la lucha de los partidos en que la nación estaba dividida, vino la inocua invasión de nuestros jurados enemigos los americanos del norte. La escasez de recursos, las luchas parlamentarias, la presencia del enemigo extranjero, y otras varias circunstancias, hacían sumamente difícil y delicada la posición de los diputados”.
En aquel año, el Congreso se consideraba parte un gobierno constituido como una “República popular representativa, y sobre la preexistente base de su natural y recíproca independencia”, según información de las actas constitutivas vigentes en ese momento. En 1847 Chihuahua contaba con tres diputados: José María Urquide, Manuel Muñoz y José Agustín de Escudero.
En esa misma sesión estaban presentes Benito Juárez como representante de Oaxaca y otros personajes importantes del Liberalismo en México como: Ignacio Comonfort, quien era diputado por el estado de Puebla y José Joaquín Herrera, quien fungía en esa sesión como diputado presidente. En ese año, Benito Juárez sería nombrado gobernador interino de su estado natal.
La posición de Escudero, según describe Sousa, se mantuvo de manera imparcial y en favor de Chihuahua, a pesar de las presiones que había por parte de los grupos de poder: “Escudero, que no quiso pertenecer a bandera alguna, encontróse en peor situación que los demás representantes, y supo, a pesar de tal cúmulo de dificultades, sobreponerse a las pasiones políticas, manifestar una imparcialidad sorprendente y procurar con celo y eficiencia laudables el bien de Chihuahua”.
Una de las peticiones del congresista chihuahuense, que se menciona en ese mismo documento, fue repeler la invasión estadounidense en el estado, ya que promovió: “que se impartiesen en aquel estado (Chihuahua) los auxilios urgentes e indispensables para repeler la inicua invasión yankee”.
Después de aquel año, México firmaría el Tratado Guadalupe-Hidalgo, en donde se pierde una importante parte del territorio, el cual actualmente ocupan los estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas, Colorado, Arizona y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma. También en ese acuerdo se exigió que México renunciara a cualquier intento de reclamo sobre Texas. En ese momento se definió nuestra actual frontera con el vecino del norte, la cual se estableció en el Río Bravo.
Por su parte Escudero continúo su carrera política como senador por tercera ocasión, ministro de la Suprema Corte y del Supremo Tribunal de Guerra. También, el abogado de origen parralense se dedicó a escribir sus memorias y una obra prolífica de gran relevancia para la historia de Chihuahua.
Facebook: Archivo Histórico Municipal de Parral