Agustín Melgar es uno de los nombres más venerados en la historia de México, especialmente en el estado de Chihuahua, su lugar de nacimiento. Nacido el 28 de agosto de 1829, Melgar se convirtió en uno de los seis cadetes conocidos como "Los Niños Héroes" que defendieron valientemente el Castillo de Chapultepec durante la Batalla de Chapultepec el 13 de septiembre de 1847, en la Guerra México-Estados Unidos.
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Desde joven, Melgar mostró una gran dedicación a su patria, ingresando al Colegio Militar de Chapultepec para formarse como cadete. Fue aquí donde su vida tomaría un giro heroico. Durante la batalla, Melgar y sus compañeros se enfrentaron con valentía a las fuerzas invasoras, decididos a proteger su tierra natal.
Un legado familiar de servicio
Agustín Melgar no fue el primero de su familia en servir a su país. Su padre, el teniente coronel Esteban Melgar Sevilla, fue un militar destacado que trabajó en la capital del estado de Chihuahua. Ascendió al rango de Teniente Coronel y falleció por enfermedad en el presidio militar de San Pablo, hoy conocido como Meoqui, el 5 de septiembre de 1831. Esteban Melgar descansa en la sección más antigua del panteón municipal de Meoqui.
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La pasión por la patria y el servicio militar continuó con Agustín Melgar, quien defendió el Castillo de Chapultepec a la edad de 18 años. Cayó en combate durante la defensa, junto con sus compañeros cadetes Juan Escutia, Juan de la Barrera, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez y Francisco Márquez. Todos ellos son recordados como héroes nacionales.
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La Batalla de Chapultepec y el sacrificio de los Niños Héroes
La Batalla de Chapultepec fue un enfrentamiento crucial en la guerra entre México y Estados Unidos. El Castillo de Chapultepec, ubicado en la cima de una colina, era considerado una posición estratégica y un símbolo nacional. Los cadetes del Colegio Militar, incluidos Melgar y sus compañeros Niños Héroes, lucharon valientemente para defender el castillo de los invasores estadounidenses.
A pesar de su juventud y falta de experiencia en combate, estos jóvenes se enfrentaron a un enemigo superior en número y armamento. Durante la batalla, Melgar demostró un coraje excepcional, defendiendo el castillo hasta el último momento. Su sacrificio, junto con el de los otros Niños Héroes, se convirtió en un símbolo de la resistencia y el amor por la patria.
El 13 de septiembre se conmemora la gesta heroica de estos jóvenes, quienes dieron su vida por la defensa de su nación. La valentía y el sacrificio de Agustín Melgar y sus compañeros son un legado que perdura en la memoria colectiva de México.