Con el deseo de que su amor sea para siempre, arribaron al altar de la Catedral de Guadalupe, Karen Santillanes e Iván Araujo, escuchando con fervor el mensaje sacerdotal donde les conminó a atender los lineamientos que la Iglesia dicta para que este sacramento perdure en un ambiente de plenitud y amor eterno.
Felices luego de que fueron esposos, Karen e Iván presidieron su primera recepción como marido y mujer en uno de los salones de fiestas de la ciudad, donde se dieron cita numerosos familiares y amigos, dispuestos a ser parte de tan inolvidable ocasión.
Clásica pieza se dedicó a la pareja que bailó enamorada, para enseguida dar paso a animada convivencia que durante horas se prolongó, quedando para todos hermosos recuerdos de tan memorable unión.
La feliz pareja estuvo acompañada en todo momento por familiares y amigos que gustosos brindaron una y otra vez porque el nuevo matrimonio esté lleno de dicha.