José Guadalupe Santiesteban, conocido también como “el Chino" Santiesteban, es un parralense cuya trayectoria se define no solo por su brillante carrera profesional, sino por su inquebrantable deseo de contribuir a un mundo mejor. Egresado del Instituto Tecnológico de Parral, ha dedicado su vida a la investigación científica, especialmente en el campo de la catálisis. Recientemente fue galardonado en Atlanta con el Egune J. Houdry Award in Applied Catalysis, un reconocimiento a sus destacadas contribuciones al desarrollo de nuevos catalizadores y procesos innovadores que han marcado un antes y un después en esta área científica.
El Dr. Santiesteban ha acumulado numerosos logros a lo largo de su carrera, pero más allá de los premios, lo que verdaderamente resalta es su ejemplo de esfuerzo, dedicación y pasión por el conocimiento. Sus éxitos no son casualidad, son el resultado de años de trabajo constante, resiliencia ante los fracasos y una visión clara de lo que significa perseguir el cambio.
Sin embargo, uno de los aspectos que más valora en su vida profesional es su compromiso con la motivación de las nuevas generaciones. En una charla memorable que ofreció en el Tecnológico de Parral, compartió un mensaje que va más allá de lo académico: una invitación a soñar y, sobre todo, a tener el coraje de luchar por esos sueños. La cual decía algo así:
"Tengan el coraje de desenterrar sus sueños. No le tengamos miedo a las derrotas; incluso cuando caigamos, seguimos avanzando. Las derrotas, queramos o no, son parte del camino, pero la verdadera esencia del éxito está en levantarnos cada vez que caemos, una y otra vez."
Este mensaje no solo es una reflexión sobre la perseverancia, sino un llamado a ver cada desafío como una oportunidad para aprender y crecer. El Dr. Santiesteban entiende que, en la vida, como en la ciencia, los fracasos no son más que escalones hacia el éxito. No hay innovación sin error, no hay progreso sin momentos de incertidumbre.
A los jóvenes, les deja una enseñanza aún más profunda: El mundo necesita de mentes audaces y corazones fuertes, personas dispuestas a soñar en grande y a enfrentar las dificultades con determinación. Ser un profesional exitoso no se trata solo de obtener un título, sino de construir un legado que inspire a los demás. No midan su valor por las veces que caen, sino por su capacidad de levantarse y seguir adelante.
José Guadalupe Santiesteban es un ejemplo vivo de que el verdadero éxito no radica en los reconocimientos o premios, sino en la capacidad de nunca rendirse y de usar nuestras habilidades para mejorar el mundo que nos rodea. Su historia inspira a los jóvenes a entender que, con esfuerzo, coraje y perseverancia, es posible dejar una huella imborrable en el mundo.