Para los de las generaciones que crecimos sin imaginarnos siquiera la posibilidad de que fuéramos a tener un artefacto como un teléfono inteligente, estamos asombrados y cayendo en su trampa como niños. Su futuro promete ser todavía más emocionante e innovador. Las tecnologías emergentes están transformando la manera en que usamos estos dispositivos. Sin embargo, debemos prepararnos intelectualmente para eso.
La Inteligencia Artificial continuará desempeñando un papel crucial en la mejora de la experiencia del usuario. Desde asistentes virtuales más inteligentes hasta cámaras que pueden ajustar automáticamente la configuración para obtener las mejores fotos, la IA hará que los teléfonos sean más intuitivos y útiles. Cada vez más integrados con otros dispositivos como electrodomésticos y automóviles, creando un ecosistema más cohesivo y conectado. La realidad virtual está cada vez más aumentada tanto para el entretenimiento como para aplicaciones en la educación, salud e industria. Cada vez se integran más a nuestras vidas y crece nuestra dependencia a ellos.
¿Qué pasa cuándo dependo de algo mucho más poderoso que yo? Es importante saber aprovechar estas ventajas, pero más importante prepararnos para ellas. Tal vez ya no lo vea, pero ¿qué va a pasar con estas nuevas generaciones de niños que desde sus primeros años ya tienen una tableta y muy pronto ya traen su teléfono? Cada vez menos niños y personas cuentan con la experiencia de leer un libro impreso. Nos aburrimos menos porque tenemos al alcance nuestro móvil para entretenernos con redes sociales, juegos, música, noticias que ya no se sabe si son falsas o verdaderas.
Prevenir la dependencia al celular es importante para mantener un equilibrio saludable entre el uso de la tecnología y otras actividades de la vida diaria. Debemos implementar estrategias que pueden ayudar a reducir la dependencia del celular como: Establecer límites de tiempo, desactivar notificaciones innecesarias, designar áreas sin tecnología como no usarlos a la hora de comida o mantener la bonita costumbre de nuestra biblioteca familiar, conservar aquellas enciclopedias que hace años pasamos años pagando. Dedica tiempo a actividades que no involucren el uso de dispositivos electrónicos, como leer un libro, hacer ejercicio, practicar un hobby, o pasar tiempo al aire libre. Fijar objetivos diarios para realizar actividades sin el celular. Esto puede incluir pasar tiempo con la familia, practicar un deporte, o aprender algo nuevo. He observado a jóvenes que utilizan aplicaciones que rastrean el uso del celular y les da informes detallados de cuánto tiempo estuvieron usándolo, para administrar su tiempo en pantalla y crear horarios de desconexión. Somos responsables para apoyar a estas nuevas generaciones ante este monstruo siempre y cuando no caigamos también en sus garras.
Los teléfonos inteligentes no solo serán más potentes y funcionales, sino también más integrados en nuestras vidas diarias de maneras innovadoras y sorprendentes. Sin embargo debemos prepararnos para ello, para que sean nuestra herramienta y no seamos sus esclavos. Es de suma importancia fomentar un uso más consciente y equilibrado de la tecnología en tu vida diaria.
