Cerrar ciclos es un ejercicio necesario en toda actividad humana, ello permite hacer evaluaciones concretas del cumplimiento de los planes y objetivos trazados, de la misma forma sirve como un instrumento para replantear aquellos aspectos que por diversas causas no fue posible lograr, todo en conjunto hace que los diversos actores que son participe de la rendición de un informe, encuentren puntos de coincidencia y de discrepancia que en una crítica constructiva, permita llevar a mejores estadios a todos o al menos a la mayoría de los integrantes de cualquier estructura organizada de la sociedad.
En el mes de septiembre en particular está establecido en las diversas leyes y reglamentos que algunos mandatarios, legisladores y otros funcionarios de diversos niveles, que han sido elegidos mediante un proceso de elección popular, rindan ante su pueblo y ante las instancias correspondientes, un informe detallado de las actividades realizadas, donde se destaque los logros alcanzados en bien de la comunidad, que de forma objetiva se reconozca aquellas áreas de oportunidad para mejorar, así mismo se ofrezca un panorama de la visión, planes y objetivos que marcarán el que hacer en el corto, mediano y largo plazo, para el bien de la comunidad.
En particular en este septiembre 2020, los protocolos para desarrollar el cumplimiento de esta obligación, han tenido que ser modificados sustancialmente, las medidas sanitarias así lo exigen, sin embargo, esto no debe ser pretexto para que en el fondo se cumpla con el objetivo esencial, que es el de informar detalladamente las actividades realizadas a lo largo del año inmediato anterior.
En ese devenir de informes es posible encontrar muy diversas formas, tiempos y momentos, cumpliendo siempre con los plazos establecidos, las autoridades informantes cumplen con la parte legal, presentando un documento escrito ante quien corresponda, ya sea ante un Cabildo, Congreso, Cámara de Diputados o Senadores, para que sea analizado y con posterioridad se genere una contestación. Después por lo general optan por hacer un informe adicional que está dirigido a las fuerzas vivas de la comunidad y en general a toda la sociedad, algunos lo llaman informe o mensaje político, en él se dan el tiempo y el espacio para exponer de forma verbal y apoyados con diversas herramientas sobre todo de tipo tecnológicas, las actividades realizadas y las evidencias que de ello den testimonio.
Para que un informe cumpla con su objetivo es necesaria la intervención de dos actores, quien informa y quien recibe la información, el primero está obligado a cumplir con su parte, sin embargo, no así quien recibe la información, es ahí donde en ocasiones caemos en otro terreno (apatía) y los informes pierden su esencia, donde los ciudadanos también nos perdemos de la oportunidad para dar nuestra aprobación o bien levantar la mano para solicitar que las actividades de gobierno se hagan de forma diferente.