El nuevo titular de la Conafor, Sergio Graf Montero, ha anunciado que la dependencia federal lanzará una nueva agenda de restauración forestal, que incluye acciones para la recuperación de terrenos deforestados o degradados, además de dar un mayor impulso a las estrategias de prevención.
Podrá quizá parecer un mensaje muy repetitivo y abordado con frecuencia en distintos foros y medios de comunicación, pero es muy importante insistir en la importancia que tiene frenar la pérdida o degradación de la superficie forestal en nuestro país. El papel que juegan los bosques y selvas en la provisión de sus valiosos servicios ambientales, son una clara justificación. Debemos tener siempre presentes estos servicios, entre los más importantes, la captación e infiltración del agua y con ello la recarga de acuíferos, que tanta falta hace ante el grado de sobreexplotación que ya presentan en muchas regiones, especialmente en el norte del país.
Otros importantes servicios que brindan son la protección de los suelos, la conservación de la biodiversidad, la belleza escénica, la regulación del clima local, y muy importante también, el control de avenidas cuando se presentan eventos de lluvias muy intensas. No debemos igualmente dejar de reconocer su valor en la generación de empleos e ingresos económicos para las comunidades más marginadas del país, que realizan un aprovechamiento responsable de sus bosques y selvas.
El nuevo director de la CONAFOR ha señalado que además de las acciones de restauración, la prevención de la pérdida de cubierta forestal tendrá especial atención. Es decir, proteger lo que ya se tiene, que además requiere de menor inversión en comparación con el costo que implica la restauración de los ecosistemas. Se señala, así mismo, la intención de fortalecer otros importantes programas como son el manejo forestal sostenible, el desarrollo de cadenas productivas sostenibles, combatir el consumo de madera ilegal y fortalecer el presupuesto de la CONAFOR, ya que este ha tenido una fuerte reducción a partir del año 2017, al haber pasado de cerca de 7,600 millones de pesos en 2016, a solo 2,600 millones en el presente año.
Recordemos además que reducir la pérdida y la degradación de nuestra cubierta forestal, es parte de los compromisos internacionales que México ha adoptado al haberse adherido a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el Acuerdo de París y comprometerse con una meta en la COP 27 celebrada en Egipto en 2022, de alcanzar tasa cero de deforestación para el año 2030. En resumen, es una necesidad propia, pero además un compromiso internacional.
El nuevo enfoque de la CONAFOR, expresado claramente en estas prioridades que se han fijado, es sin duda muy buen principio, una buena señal para el sector forestal del país y para nuestra sociedad en general. Sin embargo, para lograrlo se va a requerir que la dependencia sea fortalecida y se le asignen los recursos presupuestales necesarios para cumplir sus metas.
Recordemos que todo cambio puede abrir una importante ventana de oportunidad para mejorar, y eso es lo que se plantea. Se presenta además un buen momento para convocar a la suma de esfuerzos con otras dependencias, instituciones y organizaciones que puedan contribuir al impulso de esta política forestal, tanto de nivel federal como de nivel local. El reto y los compromisos que se tienen en materia de conservación y restauración de nuestros ecosistemas forestales así lo ameritan, sin duda.
Ingeniero Agrónomo. Consultor forestal
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