Una curiosa forma de censura tiene el licenciado Andrés Manuel López Obrador, según opinólogos de la ultraderecha que actúan en una sola línea y sin rubor alguno. La periodista Azucena Uresti, el 19 de enero se despidió de su programa en el Canal de Milenio (Azucena a las 10) aduciendo que dejaba el programa por “las circunstancias actuales” sin mencionar jamás cuáles eran esas circunstancias, también indicó que se iba a trabajar a Radio Fórmula, pero no dijo que estará en un programa con duración de más de tres horas donde dará vuelo a sus permanentes fake news contra la Cuarta Transformación.
El hecho sirvió para que las mentiras y ambigüedades de los desinformadores asociados a los conservadores indicaran sin presentar ninguna prueba que AMLO sugirió a los dueños de Milenio la sacaran del aire… ni ella, ni sus supuestos defensores presentaron una sola evidencia para mostrar que fue censurada, lo que sí se sabe es que Radio Fórmula le ofreció más lana, más marmaja, más dinero, para desde ahí seguir sirviendo a los intereses de los conservadores y los corporativos corruptos filtrando odio, mentiras y verdades a medias, tuvieron que ser los dueños de Milenio quienes explicaron en un comunicado que la salida de la periodista obedecía a que había encontrado otra chamba.
En otros sexenios, específicamente en el de Felipillo Calderón, varios periodistas no sólo fueron censurados, sino corridos y otros encarcelados o asesinados por criticar o insinuar detalles de los actos de corrupción de su gobierno, bastaba una llamada o un berrinche del preciso para que un periodista, locutor o comunicador cayera en desgracia… Carmen Aristegui, Alejandro Páez Varela, Anabel Hernández, son sólo algunos ejemplos de la libertad de expresión acallada por el twitero Calderón que ahora se rasga las vestiduras desde su cómoda residencia en “su madre patria”, allá donde lo protegen Aznar y VOX.
En este nado sincronizado para defender a Uresti se confabulan el Universal, el Reforma, las radiodifusoras y las televisoras, escriben sin variante alguna y sin presentar evidencias, las mismas inconsistencias, tanto Héctor de Mauleón, Raymundo Riva Palacio, Aguilar Camín y Álvarez Icaza, hablan de represión, de ofensivas y embestidas por parte del oficialismo y del Presidente de la Republica contra los periodistas “libres”, estos chayoteros de siempre tienen como consigna golpear permanentemente a la Cuarta Transformación y en los últimos días han desatado una rabiosa ofensiva todos estos infames añoran el regreso de los gasolinazos, de la inflación desbocada, del dólar en permanente subida, de la represión y desaparición de personas, del asesinato de estudiantes y de su infaltable sobre amarillo para callar como momias las injusticias contra el pueblo pobre y desprotegido.
Hoy el presidente tiene la posibilidad de responder a sus infundios desde la tribuna de las conferencias matutinas, ahí confronta sus dichos y acciones en las mañaneras exhibe sus mentiras y desnuda actitudes como la de azucena que por ir a otro espacio a ganar más dinero siembra la duda y consigue inocular en el imaginario colectivo la idea de que fue censurada por criticar al presidente… la única circunstancia válida para ella fue como siempre el billete… son los defensores de Ciro Gómez Leyva, Carlos Loret, de Brozo o de Joaquín López Dóriga, ellos sí pueden permanentemente golpear y difamar al Presidente, en cambio López Obrador no puede ofenderlos ni con el pétalo de una declaración, esas son para ellos “las circunstancias” que en su despedida de Milenio, mencionó Azucena Uresti.
