A lo largo de los años hemos visto el crecimiento político de nuestro hoy Gobernador. Javier Corral ha ocupado casi todas las posiciones en la estructura de gobierno, ha sido desde presidente de partido, diputado local y federal, Gobernador y Senador.
A lo largo de esta trayectoria sumamente impresionante, ha conservado una característica definitoria, se tendencia a dividir el mundo en los buenos y los malos, eso en el discurso. Pues la de Javier Corral es Una visión maniquea muy suigeneris.
Corral discursivamente ubica al enemigo a vencer y alimenta los odios del pueblo, es un personaje que se nutre del conflicto social. Posteriormente y luego de conseguir sus éxitos sus enemigos pueden volverse sus mejores aliados, asunto que hemos visto en repetidas ocasiones.
Hoy el enemigo a vencer es AMLO, el presidente de la república, pero no es tanto la persona, sino la posición. Y es que Corral ha puesto ya el ojo en la silla presidencial y sabe que esta es su momento, hará lo que sea necesario por llegar a ocupar el espacio máximo en nuestro país, sin importarle cuanto conflicto deba generar.
En el discurso Javier Corral articula al enemigo común e incita a la ciudadanía a ir contra él, aunque posteriormente no exista ninguna ganancia. Carlos Borruel, Gustavo Madero, Ricardo Anaya, fueron algunos de sus más acérrimos enemigos, pero posteriores amigos y aliados.
Las victorias de Corral son conceptuales, pues no se traducen en mejoras de vida para la gente. En su gobierno no se respira bonanza, se respira dificultad y conflicto, desembarazo de su responsabilidad mientras construye a nivel nacional su próximo proyecto.
Impulsa por varios frentes a candidatos para distintas posiciones, pero se desentiende de los problemas de su Estado.
Uno de los grandes logros de los buenos gobernantes es la construcción de riqueza y concordia, el conflicto es casi natural a la humanidad, pero son pocos los gobernantes que saben entrar en un discurso de unidad y fortaleza.
Corral ha demostrado que el bienestar especifico de la gente no es su ocupación, lo que le preocupa es la construcción de escenarios ideales y discursivos, y así como en Chihuahua ha dejado nulos productos, eso es lo que espera hacia un proyecto que va en construcción y que se ha dispuesto ya como algo que va caminando.
Lo que se buscará es derrocar a Andrés Manuel, asunto con el que no me siento en desagrado, pero la pregunta importante es ¿para qué?