¡Hay mucho Chihuahua!, el estado grande se viste de gloria, festeja su Bicentenario; fuerte, pujante, vigoroso, lleno de historia, de cultura, de tradiciones. Territorio habitado por hombres y mujeres valientes, nobles y leales, gente buena, hospitalaria y trabajadora. Fue en aquel 6 de julio de 1824, cuando el Soberano Congreso Constituyente decretó a Chihuahua como estado de la Federación, y el 8 de septiembre de ese mismo año, esta tierra vio cómo se formaba el primer Congreso Constituyente, designándose así una forma de gobierno republicana y federal con división de los poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, a la par que se tenía el primer Gobernador.
¡Hay mucho Chihuahua!, es solo cuestión de observar el mapa, el estado grande representa el 13% del territorio nacional, es el tercero menos densamente poblado y está dividido en 67 municipios. Según el Censo de Población y Vivienda del INEGI de marzo de 2020, el total de población del estado de Chihuahua es de 3,741,869 habitantes, lo cual le da el 11° lugar entre las entidades federativas de México por población. La edad de su gente según este mismo Censo, es relativamente joven, promediando 29 años. El himno, el escudo y la bandera de Chihuahua son símbolos Cívicos Oficiales del Estado de Chihuahua, símbolos que nos dan identidad y orgullo. Culturalmente, entre muchos otros, quién no conoce la letra de este corrido, “Yo soy del mero Chihuahua Del mineral del Parral Y escuchen este corrido Que alegre les vengo a cantar ¡Qué bonito es Chihuahua!... “
¡Hay mucho Chihuahua!, la vastedad de este territorio es rico en su contenido; la sierra, la llanura y el desierto, se convierten en un poema de fascinantes contrastes, donde el clima juega al ritmo de su danzante geografía, regalándole al mundo imágenes únicas e impresionantes de grandes desiertos, montañas, pastizales, cañones y bosques. La sierra no solo es prodigiosa en productos maderables, en las entrañas de sus montañas se guardan ricas vetas de preciados minerales y qué decir de la belleza de las Barrancas del Cobre, o de la espectacular Cascada de Basaseachi, que hoy son destinos turísticos de fama nacional e internacional, solo por mencionar algunos. Además, la sierra es hoy el hogar principal de algunos grupos indígenas. Las llanuras se visten de pastizal, de surcos labrados bajo los rayos del sol, dando alimento para su gente y para el selecto ganado que aquí se produce. Y el desierto, ese inmenso arenal donde se distinguen las Dunas de Samalayuca.
¡Hay mucho Chihuahua!, a pesar de un clima mayormente seco, los afluentes de sus ríos por increíble que parezca, se dan el lujo de correr y regar los campos de los estados vecinos, hasta llegar tanto al Golfo de México como al Pacífico. Mención aparte merece su fauna, que es de tipo ártica; osos, berrendos, bisontes, lobos, pumas, coyotes, venados, águilas, víboras, son solo algunas de las especies que habitan o habitaron estas tierras.
¡Hay mucho Chihuahua!, la cultura, la gastronomía, actividades artísticas, festivales, artesanía y más, son un mosaico de diversas manifestaciones, gracias a la hospitalidad que caracteriza a los habitantes de esta tierra, aquí conviven antiguas culturas étnicas, con novedosas expresiones contemporáneas, poblaciones rurales, urbanas, indígenas, Menonitas, Mormones y hasta las conocidas como fronterizas. Chihuahua es grande no solo en territorio, también en la hospitalidad de su gente y en oportunidades para todos.
¡Hay mucho Chihuahua!, su historia, sus costumbres, su cultura, su economía, sus tradiciones, sus paisajes, y más, son atractivos que el turismo está descubriendo cada día. En sus pueblos mágicos y tradicionales, pero también en sus grandes urbes, en sus comunidades rurales y en su zona fronteriza se encuentra la riqueza de su grandeza, Chihuahua huele a manzana, a minería, a maquila. Sabe a queso, a carne selecta y por qué no, también sabe a pinole y a sotol. Y qué decir de su gente, que es leal, noble y hospitalaria, echada siempre para adelante. Chihuahua está de fiesta, festeja su Bicentenario, y por supuesto que ¡hay mucho Chihuahua!, ¡pero mucho Chihuahua!.