/ martes 20 de agosto de 2024

Para un segundo piso se requieren buenos cimientos

Leyendo la propuesta de la nueva presidenta, de construir un segundo piso en la estructura política y social de México, recordé mis cursos de ingeniería y pude ver una cierta analogía con la construcción física de un segundo piso en un edificio.

Al igual que en la ingeniería, donde agregar una estructura adicional, esto es un nivel, requiere una cimentación sólida y pilares bien diseñados para soportar la carga adicional, en la política y la gestión gubernamental, cualquier nuevo proyecto o expansión debe basarse en fundamentos robustos.


Actualmente, la administración del Ejecutivo ha implementado una serie de proyectos “emblemáticos”, como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía, que han sido criticados por su falta de planeación y visión de largo plazo. Estos proyectos, que forman, pudiéramos decir, el "primer piso" de una supuesta transformación, han sido vistos por algunos como una base débil, construida apresuradamente y sin la debida consideración de su impacto a largo plazo.


Tal como un edificio con cimientos frágiles es incapaz de soportar una nueva estructura sin riesgo de colapso, cualquier intento de construir sobre una base gubernamental inestable podría resultar en el fracaso de nuevas iniciativas.


La futura presidenta, al proponer un "segundo piso" en la política mexicana, busca expandir y profundizar las reformas iniciadas por el ejecutivo, supuestamente avanzando hacia un México más equitativo y desarrollado. Sin embargo, como en la construcción, donde un segundo piso exige una revisión y refuerzo de los cimientos existentes, el éxito de sus propuestas dependerá de la solidez con la que se hayan ejecutado los proyectos actuales.


Si los pilares que sostienen el "primer piso" son inadecuados o están mal diseñados, cualquier carga adicional podría ser desastrosa, llevando a una crisis en la infraestructura política y económica del país.

Imaginemos que los proyectos del ejecutivo son como los cimientos y columnas de un edificio en construcción. Si estas columnas son débiles, el segundo piso propuesto por la próxima presidenta podría agrietarse o incluso colapsar bajo su propio peso. Por otro lado, si se refuerzan y se aseguran adecuadamente, el segundo piso podría elevarse con seguridad, proporcionando nuevas oportunidades y un desarrollo sostenible.


Además, en la construcción, el peso y la distribución de las cargas son factores críticos. De manera similar, el nuevo gobierno debe asegurarse de que sus nuevas políticas no sobrecarguen las capacidades del país. Como un ingeniero que debe calcular cuidadosamente las cargas antes de añadir una nueva estructura, la presidenta debe evaluar los recursos y capacidades actuales del país antes de implementar su "segundo piso".


Esto incluye revisar y, si es necesario, corregir los proyectos existentes, garantizando que estén bien alineados y sean sostenibles a largo plazo.

La metáfora de la construcción es clara: sin una base sólida y bien diseñada, cualquier expansión corre el riesgo de fracasar. La futura presidenta, al construir sobre los cimientos dejados por el ejecutivo actual, debe asegurarse de que estos cimientos sean robustos y capaces de soportar las nuevas cargas. Solo entonces su "segundo piso" podrá elevarse con éxito, contribuyendo al desarrollo de un mejor país, más fuerte y resiliente.


Los datos para diseñar un segundo piso, no salen de votaciones u ocurrencias, ni de discursos, salen de información específica y puntual. Aquí no hay otros datos. La información está ahí y con esa se debe de iniciar el diseño para después construir.


Doctor en Administración. Director del Instituto de Emprendimiento del ITESM, región norte

antonio.rios@tec.mx


Leyendo la propuesta de la nueva presidenta, de construir un segundo piso en la estructura política y social de México, recordé mis cursos de ingeniería y pude ver una cierta analogía con la construcción física de un segundo piso en un edificio.

Al igual que en la ingeniería, donde agregar una estructura adicional, esto es un nivel, requiere una cimentación sólida y pilares bien diseñados para soportar la carga adicional, en la política y la gestión gubernamental, cualquier nuevo proyecto o expansión debe basarse en fundamentos robustos.


Actualmente, la administración del Ejecutivo ha implementado una serie de proyectos “emblemáticos”, como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía, que han sido criticados por su falta de planeación y visión de largo plazo. Estos proyectos, que forman, pudiéramos decir, el "primer piso" de una supuesta transformación, han sido vistos por algunos como una base débil, construida apresuradamente y sin la debida consideración de su impacto a largo plazo.


Tal como un edificio con cimientos frágiles es incapaz de soportar una nueva estructura sin riesgo de colapso, cualquier intento de construir sobre una base gubernamental inestable podría resultar en el fracaso de nuevas iniciativas.


La futura presidenta, al proponer un "segundo piso" en la política mexicana, busca expandir y profundizar las reformas iniciadas por el ejecutivo, supuestamente avanzando hacia un México más equitativo y desarrollado. Sin embargo, como en la construcción, donde un segundo piso exige una revisión y refuerzo de los cimientos existentes, el éxito de sus propuestas dependerá de la solidez con la que se hayan ejecutado los proyectos actuales.


Si los pilares que sostienen el "primer piso" son inadecuados o están mal diseñados, cualquier carga adicional podría ser desastrosa, llevando a una crisis en la infraestructura política y económica del país.

Imaginemos que los proyectos del ejecutivo son como los cimientos y columnas de un edificio en construcción. Si estas columnas son débiles, el segundo piso propuesto por la próxima presidenta podría agrietarse o incluso colapsar bajo su propio peso. Por otro lado, si se refuerzan y se aseguran adecuadamente, el segundo piso podría elevarse con seguridad, proporcionando nuevas oportunidades y un desarrollo sostenible.


Además, en la construcción, el peso y la distribución de las cargas son factores críticos. De manera similar, el nuevo gobierno debe asegurarse de que sus nuevas políticas no sobrecarguen las capacidades del país. Como un ingeniero que debe calcular cuidadosamente las cargas antes de añadir una nueva estructura, la presidenta debe evaluar los recursos y capacidades actuales del país antes de implementar su "segundo piso".


Esto incluye revisar y, si es necesario, corregir los proyectos existentes, garantizando que estén bien alineados y sean sostenibles a largo plazo.

La metáfora de la construcción es clara: sin una base sólida y bien diseñada, cualquier expansión corre el riesgo de fracasar. La futura presidenta, al construir sobre los cimientos dejados por el ejecutivo actual, debe asegurarse de que estos cimientos sean robustos y capaces de soportar las nuevas cargas. Solo entonces su "segundo piso" podrá elevarse con éxito, contribuyendo al desarrollo de un mejor país, más fuerte y resiliente.


Los datos para diseñar un segundo piso, no salen de votaciones u ocurrencias, ni de discursos, salen de información específica y puntual. Aquí no hay otros datos. La información está ahí y con esa se debe de iniciar el diseño para después construir.


Doctor en Administración. Director del Instituto de Emprendimiento del ITESM, región norte

antonio.rios@tec.mx