Así se vivieron en los panteones los días 1 y 2 de Noviembrelos recuerdos con nuestros muertos, que recibieron la visita anual de sus dolientes, en el evento que se ha denominado “La Feria del Hueso”, una manera popular que se ha generalizado, de recordar a nuestros seres queridos que ya descansan en paz,sin embargo,cristianamente se conocen estos días como la “Celebración de todos los Santos y de los Fieles Difuntos”.
Concurridísima, como ya es una tradición, la visita en los panteones de dolientes no sólo de Parral y su región, sino de personas que vienen de todas partes del estado, del país y hasta del extranjero donde radican actualmente, porque aquí descansan los restos de sus familiares. En el municipal, hoy “de Dolores”, se encuentran sepultados algunos personajes de varias épocas, destacando principalmente la tumba de un huésped distinguido como lo es Doroteo Arango “Pancho Villa”, uno de los guerrilleros revolucionarios más destacados en nuestro país, General y Jefe de la División del Norte, cuya tumba atrae las miradas y curiosidad de los visitantes, quienes quizá sólo habían escuchado hablar del caudillo, pero ignoraban que en una noche macabra le fue arrancada su cabeza y que los restos de su cuerpo, por decreto del Expresidente Luis Echeverría Álvarez, fueron trasladados a la Ciudad de México al Monumento a la Revolución. Que la exhumación de los huesos estuvo a cargo de un periodista de apellido Wong, en aquella mañana lluviosa con sol. Por cierto, nosotros los Parralenses no presentamos ninguna oposición para evitar aquel traslado, cosa contraria a lo que sucedió en Morelos con los restos del General Emiliano Zapata, por parte de los morelenses, quienes impidieron se llevaran los restos de su líder, a lo que el Gobierno tuvo que acceder.
En estas festividades poco a poco se ha ido quedando atrás la influencia norteamericana del “festejo Halloween”, para dar paso al festejo con identidad propia, al estilo mexicano, con nuestros colores, música, comida y costumbres tradicionales; los jóvenes aprovechan para ataviarse con disfraces y vestimentas de catrines y catrinas, para celebrar un desfile, para hacer un fiesta, la fiesta de los “muertos”. Sin embargo y desde mi muy particular punto de vista, esto se ha ido tornando en una celebración pagana que va perdiendo el sentido cristiano, espiritual, de honrar con cánticos, con oraciones, con una “celebración” y no con una feria, donde parece importar más lo material, el disfraz más auténtico, el altar más grande y más estético, las ventas de determinados productos, etc., olvidándonos del verdadero sentido de la celebración, que es pedir por su eterno descanso y para quienes profesamos la fe, de reforzar la creencia de que ellos gozan ya de un nivel superior en otra vida junto al creador.
Se agregan a esto, algunas supersticiones y creencias que le dan un toque de misterio con leyendas “del más allá”, como por ejemplo, recuerdo que por allá en Samalayuca, ciudad pequeña cercana a Cd. Juárez, cuenta la leyenda, por estos días durante la noche se escucha el llanto de la Llorona que clama diciendo: “Hay mis hijos”… a quienes mató y por eso es un alma en pena.
Estas celebraciones son ya una tradición muy mexicana para festejar a los muertos, que se han extendido también, aunque en menor grado, en países de América Central, así como en E.U. donde existen una gran cantidad de mexicanos, al grado que en el año 2008 la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) declaró estas festividades como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de México.
Y así trascurrieron éstos dos días de fiesta que traen consigo innumerables beneficios para la población, para los comerciantes, para quienes consiguen un trabajo ocasional de acarrear agua, limpiar tumbas, pintar cruces y hasta cantar con sus propios instrumentos musicales y para todos en general, que un año más volvimos a sentir la presencia de nuestros seres queridos entre música, comida, llantos y flores.
Ilustración:
DIA DE MUERTOS: los orígenes de ésta celebración son anteriores a la llegada de los españoles; hay registros de celebraciones de rituales de pueblos prehispánicos como los mayas, mexicas, purépechas y totonacas.
HALLOWEEN: es una fiesta de origen pagano que se celebra la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos y que tiene sus raíces en el antiguo festival celta conocido como ‘Samhain’, originaria de Irlanda y difundida a los Estados Unidos de América.
CATRINAS: Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la dama de la muerte actualmente relacionada con “la catrina”, que es una calavera vestida con ropas de gala, bebiendo pulque, montada a caballo, en fiestas de la alta sociedad o de un barrio.