Es evidente que las ciudades están colapsando y que el desarrollo urbano enfrenta problemáticas graves que afectan la calidad de vida de las personas y la sostenibilidad de las ciudades; que en la mayoría de las ciudades el crecimiento ha rebasado las capacidades de planeación y ordenamiento del espacio y que las problemáticas ambientales y sociales crecen de manera exacerbada. Vivimos problemas de un crecimiento descontrolado y no planificado, un incremento y congestión del tráfico, serios problemas de contaminación tanto por emisiones a la atmósfera como por generación de residuos y disminución de la cantidad y calidad de agua; desigualdad social con brechas cada vez más grandes y una falta de acceso a servicios básicos; falta de vivienda asequible y digna lo que incrementa la vulnerabilidad social, la inseguridad y la violencia; el cambio climático que para muestra el botón de los huracanes, los cuales se están presentando con intensidades nunca antes vistas, pero también la sequía extrema, ondas de calor y veranos tan calientes como nunca antes se habían registrado, el enfrentar el cambio climático en y desde las ciudades requiere planificación, adaptación e infraestructura verde y resiliente, la cual, actualmente es insuficiente y poco sostenible; existe una desconexión social grave por el mismo ritmo de vida y las tecnologías y una destrucción del patrimonio sociocultural, lo que puede afectar la falta del sentido de pertenencia y de identidad local.
Ante esta avalancha de problemas y retos, la ciencia de las ciudades, también conocida como urbanismo, es un campo inter y multidisciplinario que se encarga del estudio y la gestión de las ciudades y sus entornos. Este ámbito abarca diversas disciplinas, como la sociología, la economía, la geografía, la arquitectura y la ecología, para comprender cómo funcionan las ciudades, cómo interactúan sus componentes y cómo se pueden mejorar.
Ya hace casi 10 años en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), se abordaron todas estas problemáticas y necesidades y se generó lo que se conoce como la “Nueva Agenda Urbana”, la cual busca establecer normas y principios para la planificación, construcción, desarrollo, gestión y mejora de las zonas urbanas en sus cinco pilares de aplicación principales: políticas urbanas nacionales, legislación y normativas urbanas, planificación y diseño urbano, economía local y finanzas municipales e implementación local.
Si una ciudad está bien planificada y bien gestionada, la urbanización puede ser un instrumento poderoso para lograr el desarrollo sostenible, tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados; y el decir bien gestionada se refiere a que los planes y programas se cumplen a cabalidad y los proyectos o las nuevas acciones urbanas se sujetan y vinculan con éstos y no a la inversa, como generalmente ha sucedido. Continúa…
Líder de sustentabilidad y medio ambiente de Chihuahua Futura.