A diferencia de los gobiernos solidarios como el que tuve la grata experiencia de implementar en Parral, es lamentable comprobar que otros son señalados por amenazar con retirar apoyos económicos a los ciudadanos si no votan por su partido.
Ello denota una absurdo condicionante entre pueblo y gobierno toda vez que los funcionarios públicos no deben lucrar con la necesidad de sus gobernados, se trata de una conducta y repudiable que ha generado un profundo malestar en la población y ha despertado la indignación de quienes defienden los principios fundamentales de la democracia.
Durante mi gestión al frente de la alcaldía ponderamos en todo momento las causas más apremiantes de la población, como el coadyuvar con la economía familiar mediante la canasta solidaria para resarcir el alto costo de los alimentos prioritarios de las familias.
De igual manera, dimos continuidad al programa Médico en tu Casa que de manera gratuita brinda atención médica así como la dotación de medicinas, aspectos prioritarios en la vida de las personas.
Y pese a no ser de nuestra competencia, establecimos paquetes de apoyo a las instituciones educativas con infraestructura y uniformes, defendiendo con ello en todo momento la dignidad y el bienestar de la población.
Así, en estricto apego al artículo 4 de la Constitución Mexicana que establece el derecho a la protección de la salud, la educación, la alimentación y la vivienda digna, punamos por respetar y promover estos derechos fundamentales.
Condicionar programas sociales a cambio de votos raya en la anarquía y violenta sobremanera el libre criterio de las personas para elegir a sus gobernantes, desdeñando profundamente un derecho que todo mexicano tiene implícito.
Es preciso erradicar esta política de sumisión y conveniencia para unos cuantos e implementar políticas y programas para garantizar el bienestar social de todos los ciudadanos sin distinción, por ello, en la próxima contienda electoral tendremos la oportunidad de rechazar categóricamente cualquier forma de chantaje político que socave la voluntad popular y menoscabe la democracia.
Es hora de reafirmar el compromiso de trabajar arduamente desde el Senado para representar y defender los intereses legítimos de la ciudadanía, impulsando políticas que promuevan la justicia, la igualdad y el bienestar de todos los mexicanos.
Es evidente que ya no pueden tolerarse este tipo de conductas por parte de políticos que solo buscan beneficio para sus selectos grupúsculos, ya que se debe defender la dignidad de cada una de las personas y eso, es lo que buscaremos desde el Senado, de frente, con firmeza y pensando en el bien colectivo.