Con tristeza nos enteramos del lamentable fallecimiento de un gran hombre, como lo fue el Señor Luis Rangel Mercado.
Exitoso empresario, impulsor del comercio en el ramo ferretero. Dotado de un carácter fuerte, exigente y a la vez amable, excelente para los negocios, que inició hace bastantes años con su ferretería La Regional, establecida donde en la calle Jesús García, frente a donde inicia la que hoy conocemos como Calle del Cerro, que bordea los terrenos que fueron propiedad de la Mina La Prieta.
Posteriormente y dada su capacidad creativa, abrió una nueva tienda en la Av. Niños Héroes, en la que pronto y con su habilidad visionaria, impulsó de manera fuerte su desarrollo comercial, por ese rumbo que se consideraba las orillas de la población, y siendo el inicio de lo que vendría posteriormente con la construcción de las instituciones educativas, cuartel militar, tienda de autoservicio, mercado de abastos, fraccionamientos, colonias y múltiples negocios.
No perdiendo en lo absoluto su intuición comercial, se trasladó a Chihuahua capital para iniciar una nueva tienda que se ubica en una zona industrial muy importante en aquella ciudad, en la que vivió con su amada esposa, hasta los últimos días de su admirable vida.
Don Luis fue para los Parralenses un ejemplar ciudadano que se interesó, además de sus negocios, por la cultura, la historia y las causas y los servicios comunitarios en nuestra sociedad y siempre apoyando a quienes lo requerían para alguna causa justa en favor de sus semejantes, ya que siempre tuvo ese don del altruismo, y por supuesto no podía dejar de lado esa parte ética de su persona y su actuar en lo cívico y en lo político electoral.
Puedo decir que tuve la suerte de contar con su gran amistad, y a mi mente hoy, en estas tristes circunstancias, vienen recuerdos agradables de algunas vivencias, como aquella en la que en una ocasión, durante una de las tantas campañas electorales, me llamó por teléfono para decirme que tenía a mi disposición un tanque de 200 litros de pintura azul ya preparada: “Félix, a donde se la mando”. Este y otros detalles más, que no se olvidan, porque en su momento fueron valorados y aún lo son, como algo tan especialmente significativo de su desprendimiento y su convicción de apoyo a una causa político social.
Otra gran característica de su persona que recuerdo y admiré siempre, fue la gran disciplina en su trabajo, ya que Don Luis siempre fue el primero en llegar a su negocio y el último en salir de él.
Tuve además la fortuna de saludarle vía telefónica en una última ocasión en años posteriores, cuando él ya residía en la ciudad de Chihuahua, constatando su siempre cortesía y gran amabilidad.
Sirvan estas letras como un sincero agradecimiento a su amistad que me brindó, y a sus hijos Javier y Luis y demás familia, reciban mis más sinceras condolencias por la partida de su Ser querido, y además mi admiración por la vida de su Señor Padre, que les deja como herencia el recuerdo de haber sido un extraordinario Ser Humano, que vivirá para siempre en su recuerdo y en el de quienes le conocimos.
Descanse en Paz Don Luis Rangel Mercado.