/ jueves 25 de julio de 2024

Hacia una cultura de paz | Dr. Simi, la farmacia al rescate

Yanez_flor@hotmail.com


Este modelo de farmacias fue fundado en 1997 por Víctor González Torres, pero fue durante la pandemia de Covid-19, que obtuvo mayor popularidad. Su origen se remonta a los Laboratorios Best propiedad de su padre, que, tras varias pugnas, consiguió licencia para producir genéricos (copias exactas de medicamentos con patente). Víctor compró a su padre la empresa y decidió vender los productos 75% más barato al público. Dividió su empresa en dos, por un lado, las Farmacias Similares y por el otro, fundaciones.

En 2010 cuando el Congreso comenzó a exigir receta para la compra de antibióticos, se convirtieron en precursores de los consultorios médicos adyacentes, como servicio adicional. Actualmente cuentan con más de 9,000 farmacias en el país y otras tantas en Guatemala y Chile. Recientemente Rigoberta Menchú nominó al “Dr. Simi” al Premio Nobel de Paz, por promover la salud integral de las personas.

Hablar del servicio público de salud en México, es doloroso; más de 50 millones de personas tienen carencias de acceso a este servicio. Hay fuertes rezagos como las deficiencias en la atención y en la distribución de medicamentos, principalmente a niños y mujeres, que aún esperan tratamiento contra el cáncer. El CONEVAL indicó que el cambio del Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), dejó a más de 30 millones de mexicanos sin servicio a la salud. La estadística pasó del 16.2% al 39.1%, aunado que incrementó el gasto familiar en un 30.9% para buscar atención médica. Las familias con bajos ingresos fueron las más afectadas. Durante la pandemia la tasa de mortalidad se cuadriplicó en hospitales públicos que privados. Imposible no recordar las numerosas personas que fallecieron afuera del IMSS esperando atención médica, o que no se les dio medicamento. La accesibilidad y la calidad fueron y siguen siendo deplorables. Ni hablar de las personas que trabajan en el sector informal, que se encuentran en profunda desigualdad a la obtención de la salud.

La materialización del derecho a la salud sigue siendo una utopía. La dignidad humana está intrínsecamente ligada a este derecho. Al negarse este servicio, se maltrata y deshumaniza a la persona. Ello causa sufrimiento, viola los derechos humanos, restringe libertades y constituye una forma profunda de injusticia, pero, sobre todo, humilla a las personas. El Estado no tiene la capacidad, es entonces cuando empresas como esta “salen al quite”, para suplir las omisiones y deficiencias del gobierno. Pareciera que nació con el fin de solucionar lo que el gobierno todavía no puede y rescatarlo de alguna manera.

Las farmacias del “gordito” son un Sistema de Salud que abarata la medicina y que brindan consultas médicas económicas y de calidad, al alcance de los que menos tienen. Dr. Simi se ha convertido en un fenómeno político y cultural. Tan populares son los muñecos de peluche con la imagen de su símbolo distintivo de una botarga de doctor, que hasta la cantante Adele, tiene una colección de más de 100.

Recuerdo las notas que circulaban en redes difundiendo que se crearía un comité nacional para proponer a AMLO al Premio Nobel de Paz. Con el pésimo trabajo que ha hecho en este rubro, yo le hubiera dado el Premio Nóbel al Desastre Nacional. Esperemos que la salud ya no siga siendo asignatura pendiente y que este próximo gobierno, se ponga a “chambear” y hacer algo. Las empresas privadas no deberían llevar la carga.


Maestra en Derechos Humanos, Consultora en resolución de conflictos Y conservación de la paz para empresas

yanez_flor@hotmail.com


Yanez_flor@hotmail.com


Este modelo de farmacias fue fundado en 1997 por Víctor González Torres, pero fue durante la pandemia de Covid-19, que obtuvo mayor popularidad. Su origen se remonta a los Laboratorios Best propiedad de su padre, que, tras varias pugnas, consiguió licencia para producir genéricos (copias exactas de medicamentos con patente). Víctor compró a su padre la empresa y decidió vender los productos 75% más barato al público. Dividió su empresa en dos, por un lado, las Farmacias Similares y por el otro, fundaciones.

En 2010 cuando el Congreso comenzó a exigir receta para la compra de antibióticos, se convirtieron en precursores de los consultorios médicos adyacentes, como servicio adicional. Actualmente cuentan con más de 9,000 farmacias en el país y otras tantas en Guatemala y Chile. Recientemente Rigoberta Menchú nominó al “Dr. Simi” al Premio Nobel de Paz, por promover la salud integral de las personas.

Hablar del servicio público de salud en México, es doloroso; más de 50 millones de personas tienen carencias de acceso a este servicio. Hay fuertes rezagos como las deficiencias en la atención y en la distribución de medicamentos, principalmente a niños y mujeres, que aún esperan tratamiento contra el cáncer. El CONEVAL indicó que el cambio del Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), dejó a más de 30 millones de mexicanos sin servicio a la salud. La estadística pasó del 16.2% al 39.1%, aunado que incrementó el gasto familiar en un 30.9% para buscar atención médica. Las familias con bajos ingresos fueron las más afectadas. Durante la pandemia la tasa de mortalidad se cuadriplicó en hospitales públicos que privados. Imposible no recordar las numerosas personas que fallecieron afuera del IMSS esperando atención médica, o que no se les dio medicamento. La accesibilidad y la calidad fueron y siguen siendo deplorables. Ni hablar de las personas que trabajan en el sector informal, que se encuentran en profunda desigualdad a la obtención de la salud.

La materialización del derecho a la salud sigue siendo una utopía. La dignidad humana está intrínsecamente ligada a este derecho. Al negarse este servicio, se maltrata y deshumaniza a la persona. Ello causa sufrimiento, viola los derechos humanos, restringe libertades y constituye una forma profunda de injusticia, pero, sobre todo, humilla a las personas. El Estado no tiene la capacidad, es entonces cuando empresas como esta “salen al quite”, para suplir las omisiones y deficiencias del gobierno. Pareciera que nació con el fin de solucionar lo que el gobierno todavía no puede y rescatarlo de alguna manera.

Las farmacias del “gordito” son un Sistema de Salud que abarata la medicina y que brindan consultas médicas económicas y de calidad, al alcance de los que menos tienen. Dr. Simi se ha convertido en un fenómeno político y cultural. Tan populares son los muñecos de peluche con la imagen de su símbolo distintivo de una botarga de doctor, que hasta la cantante Adele, tiene una colección de más de 100.

Recuerdo las notas que circulaban en redes difundiendo que se crearía un comité nacional para proponer a AMLO al Premio Nobel de Paz. Con el pésimo trabajo que ha hecho en este rubro, yo le hubiera dado el Premio Nóbel al Desastre Nacional. Esperemos que la salud ya no siga siendo asignatura pendiente y que este próximo gobierno, se ponga a “chambear” y hacer algo. Las empresas privadas no deberían llevar la carga.


Maestra en Derechos Humanos, Consultora en resolución de conflictos Y conservación de la paz para empresas

yanez_flor@hotmail.com