Andrés Manuel López Obrador nunca claudicó; mantuvo vivas las esperanzas del pueblo de México para lograr un cambio verdadero. En varias ocasiones, recorrió todos los municipios de México, lo que representó un largo periplo. Estos recorridos le permitieron acercarse a las personas, conocer los grandes problemas de nuestro país y el gran corazón de las y los mexicanos. Nuestro movimiento se organizó desde abajo y con personas idealistas; muchas forjadas en la lucha popular por la igualdad, la justicia y la democracia.
Mientras el gobierno espurio de Felipe Calderón Hinojosa, surgido de un gran fraude electoral, fracasaba en todos los ámbitos de la vida pública -principalmente en su estrategia de seguridad que provocó una guerra infame que tuvo su expresión más cruenta en nuestro estado, particularmente en Ciudad Juárez-, la construcción de la Cuarta Transformación avanzaba escuchando al pueblo.
En nuestro estado, el expresidente López Obrador contó con el respaldo político y organizativo de la compañera Bertha Luján Uranga, una mujer chihuahuense que había participado, como dirigente, en los referidos movimientos estudiantiles, y quien estuvo al frente de la organización de la campaña de 2012 en Chihuahua; siempre acompañada de una joven talentosa y carismática, quien fue educada en un hogar en el que la lucha por la justicia estaba profundamente enraizada.
La brillante joven encabezaba brigadas que incansablemente tocaron casa por casa para convencer, reclutar y llevar el mensaje de la coalición Por el Bien de Todos Primero los Pobres, frase que encapsula el espíritu de la Cuarta Transformación. Me refiero a Luisa María Alcalde Lujan, quien en la campaña del 2012 tuvo la gran tarea de organizar a escala nacional a los jóvenes del MORENAJE (Morena Jóvenes y Estudiantes) y quien, por su destacado papel en aquella elección, fue electa diputada federal de 2012 a 2015.
Durante la consolidación del Movimiento en Chihuahua estaba en su esplendor el Duartismo. ¡Y qué decir de la escasez de nuestros recursos! Todo lo hacíamos de manera voluntaria, pero con mucha mística y esperanza.
EL 26 de octubre de 2013, en el estadio Manuel Almanza Morena cumplió con el quorum requerido para celebrar su Asamblea Constitutiva. Nos reunimos con muchos esfuerzos más de tres mil chihuahuenses. López Obrador nos agradeció el esfuerzo con profundo cariño. En ese entonces, otro luchador histórico, Víctor Quintana, conducía en el estado nuestro movimiento, mientras Bertha Lujan era el enlace directo con AMLO.
La madre de todas las batallas para nuestro Movimiento fue el primero de julio de 2018. Ese día toda la nación se cubrió de gloria; se derrotó al régimen neoliberal por una amplia mayoría popular e inició la nueva era de la vida pública y política de nuestro país, encabezada por líder excepcional que como nadie ama a su Pueblo y se entregó, en cuerpo y alma, a cumplir con el proyecto transformador que fue construyendo municipio por municipio, pueblo por pueblo y que sacó de la pobreza a más de nueve millones de mexicanas y mexicanos, llevando la justicia a nuestros pueblos originarios. Sin lugar a dudas, en él tuvimos un gran Presidente.
En la fundación de Morena, Luisa María Alcalde Lujan ha sido una protagonista inteligente y honesta. Fue secretaria del Trabajo y, luego, de Gobernación durante el exitoso gobierno de López Obrador, lo que refrenda su legitimidad para seguir haciendo historia.
Hoy es la presidenta nacional de Morena, que junto con Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización, imprime una gran frescura al Movimiento. Este relevo generacional seguramente determinará que, de una vez por todas, llegue a Chihuahua un gobierno progresista y cercano al pueblo de México. Como dijo AMLO: “Chihuahua es mucho Pueblo para los gobiernos de la derecha”.