La semana pasada comentamos el informe crítico de la situación turística nacional elaborado por el Sustainable Tourism Advanced Research Center, presidido por Francisco Madrid, y presentado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) a la nueva secretaria del ramo, Josefina Rodríguez.
En la semana, la nueva funcionaria federal fue exponiendo parte de su plan de trabajo, que incluye, en buena hora, reunirse con los protagonistas de la industria, incluidos los empresarios y los secretarios de Turismo de los estados de la República; todos olvidados por la pasada administración.
En una plática con ella, a la que tuvimos acceso, Rodríguez señaló que el eje de su encomienda será promover el turismo comunitario, ése que tiene muchas dificultades para ser visibilizado, así como consolidar los destinos naturales que se fueron generando el sexenio anterior con la construcción del Tren Maya, por ejemplo.
Muchos destinos, sobre todo los tradicionales, tienen una inercia de apoyo empresarial que se respetará, pero hay muchas otras zonas del país con potencial turístico, incluso con producto ya estructurado, pero que carece de los recursos y la ingeniería de promoción para atraer al gran público. Ése es el tipo de proyectos que se apoyarán prioritariamente.
Josefina Rodríguez habla incluso de destinos “sorpresa”, de los cuales no adelanta todavía nombres, con tremenda vocación turística, que están en la lista de lugares a desarrollar mediante una estrategia regional: Norte, Sur, Este, Oeste, que se anunciará en su momento.
Confirmó que no regresarán los tiempos del Consejo de Promoción Turística, ni los ingresos por concepto del Derecho de No Residente (DNR), que el sexenio pasado fueron etiquetados para las obras insignia del gobierno y que de menos ascienden a 16 mil millones de pesos.
Al respecto, sobre los limitados recursos con que contará en vista de la austeridad republicana a la está sometida su dependencia, ella habla de hacer todas las alianzas posibles entre todos los participantes del sector, públicos, privados y de la sociedad civil, como forma de trabajo en conjunto, en aras de un bien común. Confía en que sí se puede, con entusiasmo e imaginación.
Toma como ejemplo lo que ella mismo logró siendo secretaria de Turismo de Tlaxcala, entidad tradicionalmente relegada en muchos aspectos de la política nacional, con su campaña “Tlaxcala sí existe”, que le dio la vuelta al mundo y se reflejó en los flujos estatales de visitantes. “Si hubiera fracasado no estaría hoy en el puesto donde estoy”, dice confiada.
Una de las fortalezas que ella ve en su gestión es la disposición de la presidenta Claudia Sheinbaum para apoyar a la actividad turística usando para ello todos los instrumentos del Estado mexicano de manera coordinada y efectiva. Sectur sola no puede resolver temas de migración, aduanas, aeropuertos, de inseguridad, de tarifas, de visas y pasaportes, de carreteras, peajes, de infraestructura en zonas federales, etcétera. Se requiere que muchas dependencias se movilicen al unísono y sobre todo que no vean a la actividad turística como secundaria o prescindible, como tradicionalmente ha pasado en el país desde hace décadas, sin importar el color partidista en el poder.
Hay eventos ya programados que habrá de respetar y apoyar, como la promoción del país rumbo al Mundial de Futbol del año 2026, donde tendrá que pegarse a los otros dos países sede, Estados Unidos y Canadá, que también son nuestros principales emisores de turistas a México, por lo que serán prioritarios en la promoción nacional, más allá del evento futbolero.