La palabra ordinario parece relacionarse con algo malo, pero la mayoría de las actividades del día a día son eso: ordinarias, y por eso es recomendable disfrutarlas, saborear al máximo cada momento, haciendo extraordinario lo ordinario, porque es una bendición sentir, oler, respirar, comer, en fin las actividades diarias; es conveniente prepararse para lo peor, pero esperando lo mejor; el Creador tiene marcada la vigencia pero nos da el libre albedrío de decidir cómo vivir y si maltratamos nuestro cuerpo al final del tiempo quizá no nos rinda lo suficiente, por ejemplo una persona que fumó forzó tanto sus pulmones que a partir de un momento de su vida le cuesta trabajo respirar.
Pepe Mujica escribió que no gastamos dinero, en realidad gastamos el tiempo que tomamos en ganar ese dinero, pero le damos más valor al dinero que al tiempo, sin ver que con tiempo podemos obtener dinero pero jamás, jamás con dinero compraremos un solo segundo de tiempo y eso lo vemos con gente con muchos recursos económicos que se ven débiles ante una enfermedad y ni con todos sus recursos pudieron alargar su tiempo de vida.
El mejor momento para sembrar un árbol fue hace 20 años, el segundo mejor momento para hacerlo es hoy, no desperdiciemos nuestra vida, invirtamos cada instante y procuremos abonarlo con una sonrisa, con buenas acciones, con bonitos recuerdos en cada persona que se cruce en nuestro camino, como toda inversión a largo plazo genera intereses a nuestro favor, estoy consciente que al inicio no sembramos un bonito recuerdo con la finalidad de cosechar, pero ese instante comúnmente llega y también requiere una madurez emocional para recibir el amor que se sembró, un ejemplo que me pasa mucho con mis pacientes son los padres, que después de estar acostumbrados a guiar a los hijos llegan a la consulta llevados por esos hijos que alguna vez, ellos mismos acompañaron con el médico en una enfermedad, pero los padres se siente incómodos porque piensan que siempre su papel es cuidar a su descendencia y reflejan malestar, pero al preguntarles si creen que sus hijos los estan llevando con el doctor porque los odian, la respuesta es un no rotundo, diciéndoles que los llevan por que los aman, pero el amor no es una casualidad, sino una consecuencia de haber sembrado ese amor desde la infancia.
Yo sueño con que todos seamos ricos, como decía mi abuelita, quien comentaba que ser rico significa ayudar a los demás, dar sin remordimiento y vivir en abundancia de amor, esa es una riqueza que se multiplica que trasciende después de la muerte, donde no solo se multiplica sino sigue generando intereses aún después de ir a entregar cuentas con el Creador.
Disfrutemos nuestro día a día, pero si Dios nos permite estar este dia vivos, busquemos hacerles más feliz su día a los demás, con eso generaremos una mejor sociedad, que se sienta feliz y más saludable; porque un país progresa cuando sus habitantes participan, busquemos ser parte del cambio, de ese cambio soñado que todos hemos tenido, un México mejor lo haremos siendo mejores mexicanos.