Como tal no existe NINGUNA magia o fórmula que nos garantice que vamos a envejecer y menos que será sanos; sin embargo, sí hay hábitos que al adquirirlos tenemos más probabilidades que tengamos complicaciones a largo plazo, he visto pacientes deportistas, con buenos hábitos alimenticios, que no consumen alcohol, no fuman y desarrollan cáncer o alguna enfermedad crónico degenerativa como la hipertensión o la diabetes mellitus, entonces preguntan: ¿Doctor, de qué sirvió que me cuidara toda la vida?, cuando escuché esa duda por primera ocasión, fue al lado de uno de mis maestros ante un paciente con reciente diagnóstico de diabetes, tenía más de 60 años, en esa ocasión la respuesta fue decirle que conservará esos hábitos y alejaría las complicaciones de la enfermedad. Yo anexo a esas palabras que el cuidarse hizo que adquiriera esa enfermedad más tarde, no indica que de haber tenido buenos hábitos la habrían evitado, pero sí alargado el tiempo en que se presente, les comento a mis paciente que en lugar de presentarse a los 60 años, le pudo haber comenzado a los 40 con malos hábitos y como dijo mi maestro, al adquirirla con buenos hábitos es más difícil que se complique.
Dicen que mente sana en cuerpo sano y eso es verdad, debemos cuidar el cuerpo pero también el alma y nuestros pensamientos, un mal hábito es el estrés, esto es como percibimos que impactan nuestros compromisos en nuestra vida, el estrés genera una aceleración del envejecimiento a nivel celular, no solo es un mal hábito que en el momento nos afecte, puede desencadenar algunos problemas de salud al no poder controlar los niveles de estrés.
Las enfermedades psicológicas tienen un gran impacto sobre nuestro cuerpo, directa e indirectamente, por ejemplo en la depresión nos podemos descuidar con malos hábitos al comer muy poco o refugiarnos en atracones, caer el alcoholismo, tener insomnio o querer dormir todo el día, adquirir malos hábitos de aseo personal, un sin fin de formas que indirectamente nos hacemos daño desde un problema psicológico.
En la parte espiritual podemos tener siempre ese apoyo de nuestra religión (casi todos heredamos una religión), donde podemos adquirir una paz espiritual, el meditar y orar son actos de sanación, y en caso todas hay grupos de dispuestos en apoyar a una persona, Dios por delante y acercarnos a nuestra templos.
Mantener hábitos sanos es algo parecido a meditar u orar, comer sano (es recomendable tener orientación con un profesional en nutrición), mantente activo físicamente, los niveles de estrés procura que estén bajo control, duerme lo necesario más de seis horas al día pero con un sueño reparador, ama a los seres que te rodean y lo que haces, respeta y honra tu trabajo para mantener tu estilo de vida, ten un pasatiempo.
Dios nos permita mantener la salud el mayor tiempo posible, pero también cuidarnos estando sanos y seguirnos cuidando para no adquirir una enfermedad, contemplando que es mejor tomar las riendas de una enfermedad antes que ese padecimiento tome las riendas de nuestra vida.