Si cambiáramos esa frase a “Hoy por ti, mañana espero no ocuparlo”, haría que al momento de una emergencia fuera más fácil resolverla, como los bancos de sangre, si tuviéramos la costumbre de donar dos veces al año y cuando utilicemos la sangre reponerla, estaría siempre disponible ese vital líquido para salvar vidas.
Cuántas veces no hemos visto esa nota donde piden ayuda “Hoy por mi o mi familiar, mañana por ti”, en medicina es muy usual cuando se requiere sangre o algún otro órgano, los familiares se dan cuenta que no todos son candidatos a donar por lo que recurren a la sociedad por que el banco de sangre no tiene disponibilidad o está reservada para urgencias, situaciones donde la vida esté en riesgo de manera inmediata como un herido por arma de fuego o una cesárea, donde la madre está sangrando demasiado, pero en situaciones donde la vida esté en riesgo pero no de manera inmediata le negaran la sangre hasta que traiga sus donadores, en este punto es cuando pensamos que toda la gente es egoísta por no querer donar, pero si la mayoría fuera una vez al año, tendríamos disponibilidad para cubrir esos casos y reponerlo con más calma.
Así sucede cuando surge una colecta por ejemplo para Cruz Roja, la gente que piensa “ni la ocupo” no aportan un peso, pero cuando la ocupan desean un servicio gratuito, sin percatarnos que actualmente la Cruz Roja no cobra los servicios de urgencia como un accidente pero el que una ambulancia salga a rescatar a una familia que chocó no es gratis para la institución, ese gasto se cubre de lo reunido en la revalidación vehicular, colectas, rifas y eventos que realizan, pero aun así no alcanza para mantener operando las ambulancias a la velocidad que una población evoluciona o su población crece, por ello cobran los servicio que no sean accidentes urgentes, esto hace que pueda sobrevivir y seguir dando un servicio gratuito en emergencias, sin embargo requiere cobrar el restos de sus servicios para poder mantenerse; que si todos apoyáramos habría un recurso que bien administrado le permitiría a la población tener más servicios gratuitos o a bajo costo. Sin embargo, el falso pensamiento que nunca la voy a ocupar nos limita para realizar una aportación, hasta que la ocupamos o imaginar que con los 5 pesos que le pidieron a mis hijos en la escuela es suficiente.
No esperemos que tengamos el sentido de urgencia, podemos y debemos como sociedad cambiar el pensamiento que hoy me ayudas y mañana que necesites te ayudare, lamentablemente en muchas ocasiones cuando alguien ya cubrió sus necesidades no buscan el ser recíprocos, no necesariamente con quien los ayudo sino con otra persona, haciendo una cadena de favores que haga una ciudad donde sus habitantes no solo vivan en armonía, si no se preocupen por el dolor ajeno. Dios nos permita alcanzar una situación donde pueda ayudar, esperando no requerir ayuda en un futuro pero con la certeza que sembré y podría cosechar un apoyo en algún momento que lo requiera, hoy por ti, mañana espero no ocuparlo…