/ viernes 1 de noviembre de 2024

Curanderos... / Hasta luego Chonito...

El final muchas religiones lo marcan como el inicio de una existencia eterna, distinta a como la conocemos claro, pero aun los científicos reconocen que somos materia y energía donde ambas no se crean ni se destruyen, solo se transforman, por lo que esa energía se va a algún lado, se ha cuantificado el peso antes y después de morir, encontrándose una constante de 21 gramos y se consideró que ese era el peso del alma, aun cuando va más de encerrarla en una cantidad de peso, nuestra esencia, conciencia o alma es parte de lo que hace que un cuerpo tenga una identidad, pero al momento de detenerse el corazón físicamente puede seguir latiendo una voluntad externa por medio de otros corazones.

A lo largo de nuestra vida nos siembran la idea de tener un propósito en la misma, donde algunos dicen que el fin de la vida es ser feliz, otros servir al prójimo y algunos trascender; en lo personal no creo que estén peleadas las tres cosas: ser feliz, servir y trascender e incluso pueden ser consecuencia uno de otro, haciendo bien las cosas pueden ir acompañadas del éxito (desde el concepto que se tenga de él), por ejemplo recientemente en mi ciudad partió “Chonito”, quizá para quien no viva en este bello lugar no signifique nada ese nombre, pero para muchas generaciones Parralenses fue un pilar de la sociedad e incluso de la ciudad, tuvo una visión por medio del servicio donde ayudó a dejar un mundo mejor, hoy trasciende por medio de su legado escolar y creo fue feliz al sentir cumplida su misión, aun cuando comprendió que todo es perfectible por ello siempre siguió al pendiente.

Chonito es un ejemplo de una gran labor, hoy todos ven el resultado, pero pocos sabrán todo lo que se esforzó, la base de la transformación positiva en una comunidad siempre será la educación y el: logro fundar un colegio, que le dio herramientas de vida a muchos ciudadanos en nuestra ciudad, entregándose a su proyecto de vida hasta que Dios lo convocó al descanso eterno, un descanso al que una persona tan activa le va a costar trabajo adaptarse, pero seguro que al ver su legado dirá: ¡misión cumplida!, pero la estafeta continúa más allá de su existencia, eso es trascender.

Ocupamos más mujeres y hombres que lleven sus sueños a la acción, porque soñar no es malo y es mejor planear cómo lograr lo que imaginamos, esos seres que motiven con ejemplo a vivir bien, a ser felices, a servir y después de existir persistir por medio de sus acciones terrenales, creo es algo no tan fácil de conseguir y menos llevar más allá del sitio donde vivió. Me sorprendió gratamente como ex compañeros de su proyecto como maestros pero sobre todo ex alumnos de esa escuela que fundó mandaron sus obituarios desde puntos muy lejanos, algo debió hacer bien para ayudarles a formar y fortalecer sus alas pero también sus raíces, una fórmula compleja que cuesta conseguir hasta a los padres.

Descanse en paz profesor Asunción Mendoza Montana “Chonito”, muchos están al pendiente de su legado, hizo un gran trabajo que seguirá por mucho tiempo más con el favor de Dios… Hasta que nos volvamos a encontrar…

El final muchas religiones lo marcan como el inicio de una existencia eterna, distinta a como la conocemos claro, pero aun los científicos reconocen que somos materia y energía donde ambas no se crean ni se destruyen, solo se transforman, por lo que esa energía se va a algún lado, se ha cuantificado el peso antes y después de morir, encontrándose una constante de 21 gramos y se consideró que ese era el peso del alma, aun cuando va más de encerrarla en una cantidad de peso, nuestra esencia, conciencia o alma es parte de lo que hace que un cuerpo tenga una identidad, pero al momento de detenerse el corazón físicamente puede seguir latiendo una voluntad externa por medio de otros corazones.

A lo largo de nuestra vida nos siembran la idea de tener un propósito en la misma, donde algunos dicen que el fin de la vida es ser feliz, otros servir al prójimo y algunos trascender; en lo personal no creo que estén peleadas las tres cosas: ser feliz, servir y trascender e incluso pueden ser consecuencia uno de otro, haciendo bien las cosas pueden ir acompañadas del éxito (desde el concepto que se tenga de él), por ejemplo recientemente en mi ciudad partió “Chonito”, quizá para quien no viva en este bello lugar no signifique nada ese nombre, pero para muchas generaciones Parralenses fue un pilar de la sociedad e incluso de la ciudad, tuvo una visión por medio del servicio donde ayudó a dejar un mundo mejor, hoy trasciende por medio de su legado escolar y creo fue feliz al sentir cumplida su misión, aun cuando comprendió que todo es perfectible por ello siempre siguió al pendiente.

Chonito es un ejemplo de una gran labor, hoy todos ven el resultado, pero pocos sabrán todo lo que se esforzó, la base de la transformación positiva en una comunidad siempre será la educación y el: logro fundar un colegio, que le dio herramientas de vida a muchos ciudadanos en nuestra ciudad, entregándose a su proyecto de vida hasta que Dios lo convocó al descanso eterno, un descanso al que una persona tan activa le va a costar trabajo adaptarse, pero seguro que al ver su legado dirá: ¡misión cumplida!, pero la estafeta continúa más allá de su existencia, eso es trascender.

Ocupamos más mujeres y hombres que lleven sus sueños a la acción, porque soñar no es malo y es mejor planear cómo lograr lo que imaginamos, esos seres que motiven con ejemplo a vivir bien, a ser felices, a servir y después de existir persistir por medio de sus acciones terrenales, creo es algo no tan fácil de conseguir y menos llevar más allá del sitio donde vivió. Me sorprendió gratamente como ex compañeros de su proyecto como maestros pero sobre todo ex alumnos de esa escuela que fundó mandaron sus obituarios desde puntos muy lejanos, algo debió hacer bien para ayudarles a formar y fortalecer sus alas pero también sus raíces, una fórmula compleja que cuesta conseguir hasta a los padres.

Descanse en paz profesor Asunción Mendoza Montana “Chonito”, muchos están al pendiente de su legado, hizo un gran trabajo que seguirá por mucho tiempo más con el favor de Dios… Hasta que nos volvamos a encontrar…