/ viernes 4 de octubre de 2024

Curanderos / El Duelo

En ocasiones no hay palabras "adecuadas" para para apoyar en una pérdida, pero tampoco las suficientes para describir lo que se siente, extra al nudo en la garganta que se provoca al comenzar a platicar al respecto. A continuación pongo una fracción de un poema llamado SE FUERON que hizo mi hija mayor ante la pérdida de sus hermanas y comienza así:

Se fueron sin mirar atrás, sin importar a quien dejaban, Se fueron sin aviso alguno, solo pensaron en su bien, Sin importar a quién destruían.

Dicen que a veces el mayor acto de amor es dejar ir a alguien, aunque nos duela el corazón y así fue, las dejé ir, las solté esperando que un día volvieran, teniendo fe que mirarían hacia atrás y verían todo lo que dejaron y así regresarían, me duele en el corazón que ya no estén más.

Me duele ver su ausencia, me duele ver sus fotos, me destroza escucharlas. Me destroza saber que ya no están, será que se acuerdan de los momentos que vivimos juntas. Será que me extrañen, yo di todo de mi parte pero no fue suficiente, y ahora tengo que soltar, sacudirme, salir adelante y seguir viviendo a pesar del dolor de mi alma. Es cierto que si duele en el alma es porque fue importante para el corazón; pero, por qué debe doler tanto. Y al final digo, todo pasa por algo, aunque en el fondo de mi corazón hubiera deseado que fuera distinto.

Tantos planes que teníamos, y al final solo quedará en recuerdos de lo que pudo ser porque ya no están, las extraño, pero puedo decir que fui buena hermana que yo sí luche, que yo las amaba, que el vacío que dejaron es difícil de borrar, pero sé que hice lo mejor que pude en el tiempo que la vida nos juntó. Ahora no me queda más que decir adiós, les deseo lo mejor; me despido de lo que pudo ser y nunca será. Fue bueno mientras duró, El amor de una hermana nunca se borrará, pero tengo que seguir adelante, limpiarme las lágrimas, pararme y ser más fuerte porque la vida me ha golpeado muchas veces, la más dolorosa fue en esta ocasión.

Pero aprendí que no queda más que sacudirse y levantarse, porque todo, algún día estará mejor.

Les deseo lo mejor. Cierro un bello ciclo con un doloroso final, duele en el alma, pero no queda más que soltar, las querré por siempre, viven en mi memoria, en mi corazón y mi alma.

Gracias por todos esos recuerdos que jamás olvidaré. Es momento de aprender a soltar y dejar ir porque la vida sigue, pero jamás las olvidaré. Hoy estoy triste y destrozada, pero sé que mañana estaré mejor porque las decisiones correctas también duelen, pero tal vez sea lo mejor.

Hoy me despido con una lágrima, con el corazón destrozado, anhelado lo que pudo ser, pero con la esperanza de que todo estará mejor, que esto es pasajero, que el dolor no es para siempre.

Doy gracias por los momentos vividos, por los recuerdos, por el amor y la unión y ahora digo adiós, este capítulo llegó a su fin...

Mariana G.

Cuando lo leí, me di cuenta que a pesar de estar en el mismo hogar, cada quien vive distinto su proceso y la unión familiar con amor, permite que el dolor reduzca, pero no lo quita, solo lo hace más llevadero. Pido a Dios por todos los que están viviendo un proceso de duelo.

Dr. Odín Isaac Gerónimo / Médico Cirujano Militar