/ martes 20 de febrero de 2024

Cuidando nuestra salud... / Empatía (4ta. parte)

El costo emocional por la falta de sintonía en la infancia puede ser alto, y no sólo para el niño, sino para quienes les rodean y para la sociedad. Hay estudios en prisión que demuestran que la característica en común de los criminales más violentos y crueles es que en sus primeros años de vida habían vivido negligencia emocional y pocas oportunidades de sintonía pasando de un hogar adoptivo a otro o crecido en orfanatos.

La ausencia de empatía es la que nos lleva a muchas situaciones reveladoras y problemáticas en la vida. Situaciones patológicas en las personas como los criminales, sociópatas, psicópatas, pedófilos, narcisistas, personas que hacen bulliyng…

A su vez la negligencia emocional, el abuso emocional intenso y sostenido, humillaciones, amenazas crueles y sádicas producen en los chicos una vigilancia postraumática es decir, que estén hiperalertas de las emociones de quienes los rodean, provocando intensos altibajos emocionales que pueden derivar en diferentes trastornos en su personalidad desde el fronterizo, obsesivo, narcisista entre otros.

La empatía sin límites es una autoagresión, no hay que confundir ser empático con soportar todo. No se tiene que estar para todos todo el tiempo, es importante estar para uno mismo. Poner límites no es egoísmo, es amor propio, tú salud mental vale la pena. Recuerda también tener empatía y compasión hacia ti. Establecer límites no te hace egoísta no podemos estar para otros si no estamos primero para nosotros. No tienes que hacerte cargo de que todos estén bien y no podemos, porque esa es responsabilidad de cada quien y tú mayor responsabilidad es contigo. Haz lo que puedes con lo que tienes y eso es suficiente.

Cuando su “sinceridad” es capaz de bajar una autoestima, cállese cuando su “opinión” es capaz de desmotivar a alguien, cállese, cuando su “crítica constructiva” es capaz de disminuir a alguien, cállese “verdades” sin empatía son apenas conveniencias emocionales para satisfacer su egocentrismo.

Algo que les digo y trabajo mucho con mis alumnos y pacientes es el “tratar a los demás como nos gusta que nos traten a nosotros”. Esto nos ayuda a cuidar lo más frágil y vulnerable del ser humano su autoestima. Nos permite ponernos en el lugar del otro y ver cómo te sentirías si te hicieran lo mismo. Entre más en práctica lo pongamos mejores personas seremos y dejaremos de emitir tanto juicio e interpretaciones erróneas sobre los demás. Haciendo esto tendremos menos problemas con los demás y nos comunicaremos de manera más adecuada (asertiva). Si pudiéramos mirar el corazón del otro, percibir lo que siente y saber por qué hace lo que hace, se acabarían los juicios. Cabe resaltar que también lo que para nosotros puede no ser importante para la otra persona puede ser algo muy significativo y no quiere decir que este exagerando sino que su manera de sentir o percibir sea diferente por muchas razones (historia, personalidad, experiencias, aprendizajes…), a uno no le compete juzgar sino comprender, esto no significa justificar ciertas conductas o actitudes o que se piense y sienta igual pero el comprender nos puede llevar a puntos medios y de comunicación para llegar a acuerdos y cumplir objetivos también y sobre todo que se el respeto y la aceptación.

La próxima semana continuaremos aprendiendo sobre la empatía la habilidad que nos permite ser seres humanos y sociales.

Les envió un fuerte abrazo y nos vemos la próxima semana, para aprender más de nosotros mismos, de los demás y como relacionarnos más sanamente, transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva, permitiendo que nuestra luz brille y la de los demás también, porque cada uno de nosotros es único y especial.

Jessica Cano Gasperin

Psicoterapeuta

El costo emocional por la falta de sintonía en la infancia puede ser alto, y no sólo para el niño, sino para quienes les rodean y para la sociedad. Hay estudios en prisión que demuestran que la característica en común de los criminales más violentos y crueles es que en sus primeros años de vida habían vivido negligencia emocional y pocas oportunidades de sintonía pasando de un hogar adoptivo a otro o crecido en orfanatos.

La ausencia de empatía es la que nos lleva a muchas situaciones reveladoras y problemáticas en la vida. Situaciones patológicas en las personas como los criminales, sociópatas, psicópatas, pedófilos, narcisistas, personas que hacen bulliyng…

A su vez la negligencia emocional, el abuso emocional intenso y sostenido, humillaciones, amenazas crueles y sádicas producen en los chicos una vigilancia postraumática es decir, que estén hiperalertas de las emociones de quienes los rodean, provocando intensos altibajos emocionales que pueden derivar en diferentes trastornos en su personalidad desde el fronterizo, obsesivo, narcisista entre otros.

La empatía sin límites es una autoagresión, no hay que confundir ser empático con soportar todo. No se tiene que estar para todos todo el tiempo, es importante estar para uno mismo. Poner límites no es egoísmo, es amor propio, tú salud mental vale la pena. Recuerda también tener empatía y compasión hacia ti. Establecer límites no te hace egoísta no podemos estar para otros si no estamos primero para nosotros. No tienes que hacerte cargo de que todos estén bien y no podemos, porque esa es responsabilidad de cada quien y tú mayor responsabilidad es contigo. Haz lo que puedes con lo que tienes y eso es suficiente.

Cuando su “sinceridad” es capaz de bajar una autoestima, cállese cuando su “opinión” es capaz de desmotivar a alguien, cállese, cuando su “crítica constructiva” es capaz de disminuir a alguien, cállese “verdades” sin empatía son apenas conveniencias emocionales para satisfacer su egocentrismo.

Algo que les digo y trabajo mucho con mis alumnos y pacientes es el “tratar a los demás como nos gusta que nos traten a nosotros”. Esto nos ayuda a cuidar lo más frágil y vulnerable del ser humano su autoestima. Nos permite ponernos en el lugar del otro y ver cómo te sentirías si te hicieran lo mismo. Entre más en práctica lo pongamos mejores personas seremos y dejaremos de emitir tanto juicio e interpretaciones erróneas sobre los demás. Haciendo esto tendremos menos problemas con los demás y nos comunicaremos de manera más adecuada (asertiva). Si pudiéramos mirar el corazón del otro, percibir lo que siente y saber por qué hace lo que hace, se acabarían los juicios. Cabe resaltar que también lo que para nosotros puede no ser importante para la otra persona puede ser algo muy significativo y no quiere decir que este exagerando sino que su manera de sentir o percibir sea diferente por muchas razones (historia, personalidad, experiencias, aprendizajes…), a uno no le compete juzgar sino comprender, esto no significa justificar ciertas conductas o actitudes o que se piense y sienta igual pero el comprender nos puede llevar a puntos medios y de comunicación para llegar a acuerdos y cumplir objetivos también y sobre todo que se el respeto y la aceptación.

La próxima semana continuaremos aprendiendo sobre la empatía la habilidad que nos permite ser seres humanos y sociales.

Les envió un fuerte abrazo y nos vemos la próxima semana, para aprender más de nosotros mismos, de los demás y como relacionarnos más sanamente, transformar nuestra realidad e influir en los demás de forma positiva, permitiendo que nuestra luz brille y la de los demás también, porque cada uno de nosotros es único y especial.

Jessica Cano Gasperin

Psicoterapeuta