/ jueves 1 de octubre de 2020

¿Cómo no politizar lo político?

Se vuelve cada más frecuente escuchar la frase “politizaron el asunto x” ejemplo inmediato las diferencias sobre el asunto del agua en Chihuahua, en concreto en la presa la boquilla. Hace días leí el encabezado de un periódico digital, donde sostenían “los productores de Jiménez no apoyaran el movimiento en la boquilla porque se ha politizado”. Personalmente esa expresión me parece muy oscura y voy a sostener en esta participación el por qué.

De entrada hay que entender que la política es el arte de generar acuerdos y buscar el poder. Así que, en consecuencia, casi todo problema social es político. Lo que se puede visualizar es una profunda ignorancia sobre la importancia de la participación política y la integración en la política de todos los actores sociales.

Se ha llegado a confundir a la política con algo vergonzoso, cuando no lo es. O se entiende a la política como una actividad donde se van a pelear recursos de manera clandestina. La política es para muchos el camino oculto de la riqueza y la sin vergüenza. Entonces cuando algo se tilda de políticos pareciera que alguien actúa de forma correcta al mantenerse alejado, pero no hay nada más falso.

Claro que el tema del agua en chihuahua es político, claro que la desaparición de estudiantes enfermeros en la localidad es político, claro, que sí. La política es el camino para que los grupos consigan el acuerdo o el ejercicio del poder.

Se deben de politizar los temas, porque son de interés general. La política por su puesto es la medida de conciliación o franca disputa.

Lo que sucede a veces es que algunos actores políticos caen en la mofa y el exhibicionismo. Van y se toman fotos en medio del conflicto sin otorgar propuestas ni salidas, sólo la foto. Ese actuar tiene que ver con una necesidad de protagonismo, pero eso no politiza los asuntos.

Que los partidos políticos estén sobre un tema, es deseable, en realidad los partidos para eso existen, son organizaciones para la búsqueda del poder y el encauce de las necesidades sociales.

Entonces una pregunta saludable es; ¿cómo no politizar lo político? Mi respuesta personal es, lo político está politizado, e incluso los problemas y diferencias sociales necesitan de lo político, porque de lo contrario existirá univocidad e imposición.

La política se nutre de las diferencias y de los actos de disentimiento, eso es deseable en una democracia.

Entonces amigo lectora, la siguiente ocasión que le toque escuchar “ha politizado el tema” piense y sostenga, ¡qué bueno que lo han hecho! Al menos así se ha vuelto visible y se está discutiendo, cuando un tema no se aborda desde la política, lo más seguro es que alguien ha impuesto su propia razón y solución. Acostumbremos como sociedad a la discusión y el disentimiento, siempre desde un marco de racionalidad y paz social.

Volvamos a la política una obligación de orgullo, y saquémosla del cliché de lo vergonzoso.