Gremio de fotógrafos en el municipio de Parral, recuerdan a Mario Alberto Loya Celestín quien cumplió siete años desaparecido; lo recuerdan como un hombre trabajador y servicial, “esperamos que un día volvamos a coincidir, su cámara lo espera, aún nos faltan muchas fotografías por entregar a los parralenses”.
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Al cumplirse siete años de la desaparición de Mario Alberto Loya Celestín, sus compañeros del gremio de fotógrafos, mantienen la esperanza de que regrese o tener alguna información sobre su último rastro.
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Recordaron que solían encontrarse en eventos de graduaciones, comuniones, en donde se organizaban para realizar las fotografías mismas que eran repartidas en cada hogar de los parralenses.
“Nos juntábamos para recorrer las calles y entregar las fotografías impresas”, así lo expresaron los integrantes fotógrafos.
Mencionaron que su desaparición fue algo que les sorprendió. “Es muy lamentable que se haya perdido su rastro, nunca volvimos a saber de él ni los motivos, sin embargo, guardamos la esperanza de que regrese.”
Mario Alberto, mejor conocido como el “gato” es recordado como un hombre trabajador, humilde y servicial. “Siempre que uno necesitaba de algún favor, se ofrecía a ayudarnos sin pedir algo a cambio”.
Es de recordar que al momento de su desaparición el fotógrafo vestía pantalón de mezclilla color azul y playera de manga corta de color azul claro, como señas particulares cuenta con un tatuaje de un unicornio y otro con el nombre de "Claudia".
Sus ojos son de color verde, ovalados y pequeños, cara redonda, nariz recta y mediana, de igual forma su boca es de tamaño mediano, además mide 1.70 metros de estatura, pesa alrededor de 70 kilogramos, es de tez blanca y complexión regular, tiene cabello corto y escaso, lacio, color castaño claro.
