A 12 años de comenzar vendiendo empanaditas de cajeta en las colonias casa por casa, ha construido su propio negocio de repostería fina y pasteles. Actualmente vende hasta 125 cajitas de su producto en un día. Es integrante de La Mercadita, un grupo de 130 mujeres microempresarias que se instalan cada semana en la Plaza Principal. Considera que las mujeres cuando se proponen algo lo hacen por el bienestar de sus familias.
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Carmen Talamantes Gutiérrez, microempresaria de repostería fina y pasteles, es una ama de casa que pasó a ser empresaria exitosa gracias a su perseverancia, confianza y preparación.
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Comentó que en el año 2012 debido a que su hija menor se enfermó de anemia, se vio obligada a sacarla de la guardería para cuidarla. Como la niña requería cuidados especiales, tuvo que dejar su trabajo para dedicarle tiempo.
Mencionó que debido a la carga económica que padecía su familia y con la obligación de cuidar a su hija, comenzó a hacer empanaditas de cajeta y recorrer las calles para venderlas. Se llevaba a su hija cuando salía casa por casa. Fueron tiempos difíciles, ya que comenzaba un nuevo negocio del cual nunca pensó que le resultaría; sin embargo, con el tiempo se fue haciendo de clientes que le solicitaban pedidos por semana.
Para crecer su negocio, tuvo que prepararse, fue tomando cursos y capacitaciones en la elaboración de galletas, repostería, pasteles, cursos de administración y mercadotecnia para microempresarios. Así también, buscó asesorías para poder darle una mejor presentación a su producto.
Todo esto ha servido para llegar a tener ahora 40 variedades de productos, combinados con diferentes ingredientes como fresas, piña, nutela, nuez y cajeta.
La entrevistada destacó que han sido más de 10 años de constante preparación para poder crecer; su negocio se ha diversificado, ya que además de empanaditas hace galletas, coricos, pastisetas, “besos de nuez”, “besos de azúcar glass”, dulces de chocolate, bocadillos, pasteles y pay, por lo que ya abrió mercado no sólo en Parral, sino que le hacen pedidos desde Santa Bárbara, San Francisco del Oro, Jiménez, Matamoros, Allende, Ojinaga y Camargo, así como paisanos de Estados Unidos.
Actualmente sus productos cuentan con etiqueta, código de barras, tabla nutricional y está en proceso el registro de marca, trámites que le han dado en el Departamento de Desarrollo Económico Municipal.
Respecto a los programas de capacitación los ha tomado para conocer más sobre la comercialización del producto. Señaló que las mujeres cuando quieren y perseveran no se dejan vencer, sobre todo cuando se tienen hijos y una familia a la que hay que sacar adelante.
A pesar de que cuenta con el apoyo de su esposo, no quiso quedarse con los brazos cruzados, hace dos años se inscribió en un grupo de mujeres denominado “La Mercadita” y fue de las primeras en inscribirse.
Este grupo de microempresarias fue creado por el Gobierno Municipal y ya cuenta con más de 130 participantes que luchan en sacar adelante sus negocios, las cuales se instalan los fines de semana tanto en la antigua estación del ferrocarril como en las plazas.
El secreto del éxito, según menciona, es la perseverancia y la preparación. No es fácil tener un negocio propio, todo es riesgo, mentalmente se debe preparar, no sólo para obtener ganancias sino para tener pérdidas cuando no salen las cosas como uno quiere.
Dijo que cuando se comienza un proyecto es mucha la inversión de tiempo, esfuerzo y dinero para colocar el producto en el gusto de la gente.
Carmen Talamantes consideró que lo más difícil este en uno mismo, el miedo, la indecisión, la falta de confianza, no ser perseverante y dejar a medio camino el proyecto, son factores que harán que fracase uno como empresario, muchas personas se quedan en el querer ser, indicó que “en los proyectos productivos no hay que atenerse a nadie, si tú no te mueves, nadie se va a mover por ti”, es por ello que hay que acercarse a los programas, capacitaciones, hacerle la lucha todos los días.
Actualmente su negocio se ha expandido a lo largo de 12 años, trabaja desde su casa en el Fraccionamiento Montañas, por lo general hace sus productos de lunes a viernes, se organiza para hacer los pedidos, hornear y preparar 80 kilos por semana de repostería.
Lo anterior, sin contar los pasteles que le encargan, estas preparaciones no sólo son para la venta de sábados y domingos en La Mercadita, sino que hornea los encargos que le hacen para los eventos sociales como quinceañeras y bodas.
Hoy en día su familia está involucrada en el negocio, sus hijos han crecido y entre todos ayudan en la elaboración de empanaditas, galletas y repostería fina. Incluso su esposo se involucró con la entrega de los pedidos.
Además de hacer el producto, indicó que para los eventos sociales como en quinceañeras, diseña las cajitas a petición del cliente; mucha gente le lleva la foto de cómo quieren la presentación y ella se las hace.
Carmen Talamantes Gutiérrez, microempresaria de repostería fina y pasteles, pasó a ser una empresaria exitosa gracias a la perseverancia, confianza y preparación. Refirió que no es fácil sacar adelante un negocio, pero siempre hay que hacer las cosas con entusiasmo y no dejarse vencer.
Sobre ganancias, varían dependiendo de los pedidos y ventas que obtenga cuando se instala en las plazas de La Mercadita, ya que puede vender desde 800 hasta 5 mil pesos.
Cabe destacar que La Mercadita es un grupo de mujeres que se creó con la finalidad de apoyar en sus ventas a todas las microempresarias que se inscribieron. Este año suman ya 130 que comercializan productos locales y así poder obtener más ventas.
Entre los giros que ofrecen las mujeres emprendedoras, están productos alimenticios, naturistas, manualidades, artesanías, bisutería, pastelería, antojitos, plantas, accesorios, entre artículos como repostería, botanas, shampoo, plantas medicinales, de ornato, monos de peluche, entre otras.
